“Cuentacuentos Con-Ciencia” es un proyecto que reúne 12 relatos audiovisuales sobre astronomía, interpretados en lengua de señas y con herramientas de accesibilidad para personas sordas.
La iniciativa, impulsada por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, fue guiada por los docentes Catalina Moya (cuentería) y Sébastien Verhasselt (montaje) y por más de ocho meses de trabajo colaborativo virtual, organizaciones de personas sordas, intérpretes en lengua de señas, científicos, cuentistas, realizadores audiovisuales se atrevieron a crear y contar historias.
En Futuro 360 te contamos sus principales motivaciones.
Un proyecto inclusivo
Lol Papagino
Marlena Murillo (51), ingeniera y docente de la Universidad de Chile participó del proyecto, cuya relación con la difusión del quehacer científico surgió con el proyecto Ingeniosas del cual participa. “Cuando supe que el proyecto era inclusivo fue mejor aún, porque no solamente tenía que ver con la ciencia, sino que podríamos llegar a más personas”, dijo
A diferencia de algunos participantes que escogieron un cuento que se adaptara a sus intereses, Marlena decidió apostar por escribir su propia historia. Se inspiró en Lol Papagino, su canario, en una historia sobre un viaje hacia el Desierto de Atacama.
La luna está llena
“La luna está llena” es otro de los relatos que componen esta serie, pero esta vez dirigido hacia la rimera infancia. La autora es la educadora de párvulos Dayana Gómez (36), quien decidió apostar por un material breve, pero que destacara por su histrionismo y expresividad.
Para ella, lo más desafiante de la experiencia fue el montaje audiovisual. “Trato de evitar la cámara totalmente. Entonces fue difícil aprender a editar en los programas, pero sobre todo grabarse y poder achuntarle a la luz o al fondo. Estuve horas y horas grabando. Eso sí, fue súper enriquecedor”, contó.
El sistema solar
Quien también adquirió conocimientos audiovisuales fue la participante Gina Madariaga (60), funcionaria de la Universidad de Chile por casi 30 años. Además de los talleristas, Gina se apoyó en su nieto Vicente, quien le dio distintos consejos. Sobre el resultado, señala que “fue un trabajo muy lindo, porque me permitió interactuar también con mis nietos”.
Ciencia inclusiva para la diversidad
El propósito de Cuentacuentos Con-ciencia fue acercar de manera lúdica la lectura de carácter científico a la comunidad. Esta mirada diversa trajo consigo un intenso trabajo formativo en temáticas de inclusión y diversidad sensorial, donde fue crucial la colaboración de la Asociación CreA, dedicada a la accesibilidad universitaria en la cultura y educación. Durante la implementación de este proyecto, CreA realizó distintas capacitaciones que buscaban fomentar un enfoque respetuoso hacia la diversidad.
En el mismo sentido, también fue muy importante la labor de los intérpretes en lengua de señas chilena (LSCh), quienes además de adaptar los cuentos para personas sordas, debieron guiar que las narraciones fueran comprendidas cabalmente en todos los contextos.
La inclusión no solo se centró en el público receptor, sino que también en los/as participantes. Así fue como llegó Nubia Barraza (55), docente en artes visuales, intérprete en LSCh y persona sorda. Lo que más la motivó a participar fue la posibilidad de “mejorar el rol de cuentacuentos para niñas y niños sordos, además de mantenerme actualizada”. Dentro de los aprendizajes que obtuvo, destaca informarse de temas novedosos, conocer compañeros/as con variados estilos y profundizar en la tecnología de la edición de cuentos, los espacios de relajación y el universo”.
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