Los nanosatélites del Programa Espacial de la Universidad de Chile, SUCHAI-2, SUCHAI-3 y PlantSat, se encuentran están desplegados y operativos en el espacio y hasta la fecha, ya llevan 15 vueltas alrededor de la Tierra.
El pasado 1 de abril, fueron ensamblados al cohete Falcon-9 de SpaceX, en Estados Unidos, y desde entonces, los investigadores han trabajado en lograr la mejor comunicación con los vehículos, a través de la estación terrestre de SPEL, instalada en el Campus Beauchef.
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“Los satélites SUCHAI-2, SUCHAI-3 y PlantSat fueron liberados del transportador ION de la empresa D-Orbit, que era el último eslabón que nos faltaba para ser independientes como vehículos espaciales. Hasta el minuto hemos tenido contacto con ellos, hemos podido comandarlos y estamos empezando todo el proceso de comisionado y de operación más completa”, explicó Marcos Díaz, coordinador del programa en un comunicado.
Los tres satélites están pensados para trabajar de forma coordinada para estudiar la dinámica del ambiente espacial y evaluar el desempeño de los sistemas tanto naturales como artificiales que llevan.
De hecho, desde su puesta en órbita “los radioaficionados de Chile y en el extranjero han detectado la baliza de los satélites”. En la red SatNOGS los radioaficionados muestran sus intentos de contacto con satélites y pueden subir los datos decodificados.
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“Cuando el satélite recibe una orden para hacer algo, envía una confirmación. Algunas de esas órdenes son apagar experimentos, porque pueden consumir mucha energía y gastar las baterías, entonces tenemos que verificar que esa recepción está funcionando bien para poder confirmar que los experimentos se activan y desactivan apropiadamente y cuando nosotros queremos”, agregó.
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