CONDOR: El primer observatorio de rayos gamma a 5.300 metros sobre el nivel del mar se construirá en Atacama

Investigadores interdisciplinarios del Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal) de la Universidad Técnica Federico Santa María han logrado un importante hito en la exploración espacial con la instalación de CONDOR, el primer dispositivo del observatorio de rayos gamma ubicado a una altitud cercana a los 5.300 metros sobre el nivel del mar.

Este proyecto es un conjunto de detectores que se instalará en el Parque Astronómico de Atacama, a unos 33 kilómetros de la localidad de San Pedro de Atacama (Región de Antofagasta), convirtiéndose así en el primer telescopio de este tipo en el mundo en alcanzar una altitud tan elevada.

El objetivo principal de CONDOR es medir las partículas producidas por la interacción de rayos cósmicos y gamma con la atmósfera terrestre.

Observatorio de rayos gamma

Este nuevo instrumento proporcionará una visión completa y continua del cielo austral, ofreciendo un campo de observación continuo las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Su mayor ventaja radica en la altitud a la que se encuentra, lo que le permite detectar rayos gamma de baja energía que, debido a la atenuación de las señales, son indetectables a altitudes más bajas.

Las instalaciones de CONDOR, que también rinde homenaje al majestuoso cóndor andino, superarán las capacidades de otros complejos actualmente en funcionamiento, ya que podrán llevar a cabo observaciones más sensibles y extender su tiempo de operación, superando los estrechos campos de visión.

CONDOR significa Red Compacta de Detectores de Alcance Orbital (Compact Network of Detectors with Orbital Range).

El impulsor principal del proyecto y profesor de la Universidad de California Riverside, el Dr. Miguel Arratia, describe este proyecto como “una red de muchos elementos idénticos que deben ser sincronizados y combinados”.

Durante una visita reciente a Atacama, junto con miembros del CCTVal, se establecieron las unidades básicas que se utilizarán en el experimento CONDOR, y se demostró la operación remota de elementos tecnológicos clave, como los fotosensores y la electrónica necesaria para adquirir datos y mantener la sincronización.

Inicialmente, se ha instalado un fotomultiplicador de silicio, que es una tecnología crucial para el observatorio.

Estos sensores altamente precisos permiten la detección de señales débiles, lo que resulta fundamental para captar la mayor cantidad de partículas generadas por los rayos gamma provenientes del universo, que en su trayecto pierden energía y no son detectables por la mayoría de los observatorios existentes.

René Ríos, miembro del CCTVal, destaca que este es solo el primer paso para conocer el lugar donde se instalarán los detectores, ya que las condiciones atmosféricas y variables como la temperatura son diferentes a las de otros lugares.

El objetivo final es tener una gran red de sensores que, gracias a la altura sin precedentes, captará eventos que actualmente no son detectados, lo que abrirá la posibilidad de descubrir nuevos fenómenos y ampliar el conocimiento científico.