Cuando se produce una alteración de la oscuridad natural de la noche, generada por el alumbrado de la vía pública, tiene como consecuencia poca visibilidad de los cuerpos celestes del cielo.
El país “más contaminado por la luz” es Singapur. Le siguen Kuwait (98%), Qatar (97%), Emiratos Árabes Unidos (93%), Arabia Saudita (83%), Corea del Sur (66%), Israel (61%), Argentina (58%), entre otros, según información del Ministerio del Medio Ambiente. La contaminación lumínica es una amenaza para la calidad astronómica de los cielos y para el trabajo científico, sin embargo la zona norte de Chile, en especial las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo “se caracteriza por la limpieza de sus cielos“.
¿Es posible apagar las luces de las grandes urbes para mitigar la contaminación lumínica? Aunque es un desafío, una ciudad holandesa ha lanzado un experimento de este tipo con el respaldo de la Unesco para hacerlo posible.
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‘Seeing Stars‘ o ‘Ver las estrellas’ en español, es el nombre del proyecto creado por el artista y diseñador holandés Daan Roosegaarde en la ciudad de Franeker, al norte de Países Bajos. El experimento consiste en apagar todas las luces, anuncios y alumbrado público no esenciales, tarea para la que han tenido que colaborar tanto los residentes de Franeker como las empresas de la ciudad, Unesco Netherlands y Studio Roosegaarde.
“Todos estamos ahora en nuestra propia pequeña burbuja, desconectados unos de otros. ¿Qué pasaría si apagásemos todas las luces de una ciudad para poder disfrutar juntos de las estrellas? Seeing Stars trae de vuelta las estrellas en tu propia calle. Las estrellas están a solo un interruptor de distancia”, explica Roosegaarde en un comunicado de prensa.
El proyecto no pretende aplicarse solo en la ciudad de Franeker, sino que su objetivo es viajar en los próximos meses a los siguientes destinos: Leiden, Sídney, Venecia, Estocolmo y Reikiavik. Holanda tiene como objetivo reconocer la observación de estrellas como “una forma de patrimonio universal“.
Con apenas 13.000 habitantes, Franeker es famosa en todo el país porque alberga el planetario mecánico más antiguo del mundo. Construido por el astrónomo local Eise Eisinga en 1781. “Todo el mundo debería tener la derecho a ver las estrellas a través de un cielo nocturno no contaminado. Mirar las estrellas te hace sentir conectados unos con otros, todos somos parte del inmenso cosmos” señaló Kathleen Ferrier, Presidente de la Comisión de los Países Bajos para la Unesco.
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