(CNN) – Los científicos han descubierto una multitud de galaxias que antes no se habían detectado. Los sistemas recién descubiertos se observaron con el telescopio óptico más avanzado del mundo.

Los modelos cosmológicos habían predicho por mucho tiempo la existencia de filamentos, o gas en el que se crean las galaxias, pero no se habían capturado imágenes de ello, excepto en las cercanías de los cuásares, que son objetos astronómicos de alta luminosidad que están en los centros de algunas galaxias.

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Usando un espectrógrafo 3D instalado en el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile, los científicos observaron por primera vez filamentos de la red cósmica, revelando una multitud de galaxias enanas “insospechadas” escondidas en las profundidades del universo.

Gracias a este espectrógrafo, conocido como el instrumento MUSE, cuyo nombre es la abreviatura de Multi Unit Spectroscopic Explorer, los expertos pudieron ver esta red cósmica que consiste principalmente en materia oscura mezclada con gas, sobre el que se construyen las galaxias.

Utilizando el instrumento MUSE, los científicos estudiaron una región del cielo llamada Campo ultraprofundo de Hubble durante unas 140 horas a lo largo de ocho meses. El área es el sitio donde se obtuvieron estas imágenes más profundas del cosmos.

Las galaxias en el cielo y el universo no se distribuyen de la misma manera en todas partes“, manifestó a CNN el autor principal del estudio, Roland Bacon, astrofísico e investigador del Centre de Recherche Astrophysique de Lyon en Francia.

Crédito: Jeremy Blaizot / projet SPHINX

Las galaxias en los primeros tiempos del universo, se formaron a través del gas. El gas, principalmente hidrógeno, es el combustible que forma las estrellas y, al final, forma la galaxia (…) Las galaxias se formarán en estos largos filamentos de gas”, explicó.

Hubo alguna evidencia indirecta de que había gas presente en la región, dijo Bacon. Cuando el equipo estudió los quásares, a veces hallaron que la luz estaba oscurecida, lo que puede ser por la presencia de gas. El análisis de las imágenes capturadas con el telescopio reveló luz de los filamentos de hidrógeno.

“La mejor explicación es que la luz que vemos en las imágenes no se debe al fondo ultravioleta, sino que proviene de miles de millones de pequeñas galaxias que forman estrellas, llamadas galaxias enanas“, detalló el especialista francés a CNN.

Nuestra gran galaxia está orbitada por más de 50 galaxias más pequeñas, incluidas las enanas. La Vía Láctea alberga ahora entre 200 mil millones y 400 mil millones de estrellas mientras las galaxias enanas contienen entre 100 millones y varios miles de millones.

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Las galaxias enanas se fusionaron en el universo temprano para formar las galaxias más grandes que lo pueblan hoy, incluida la Vía Láctea. “No podemos verlas porque son intrínsecamente débiles y están demasiado lejos”, recalcó Bacon.

“Las estamos observando 2 mil millones de años después del Big Bang, a una distancia de 11 mil millones de años luz. Pero hay tantas que podemos ver la luz integrada producida por ellos“, concluyó el experto cuyos resultados fueron publicados en la revista Astronomy & Astrophysics.

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