La búsqueda de planetas habitables puede haberse vuelto mucho más estrecha, según un nuevo estudio

(CNN) – La búsqueda de planetas que podrían albergar vida puede haberse reducido drásticamente.

Durante mucho tiempo, los científicos habían esperado y teorizado que el tipo de estrella más común en nuestro universo, llamada enana M, podría albergar planetas cercanos con atmósferas, potencialmente ricas en carbono y perfectas para la creación de vida. Pero en un nuevo estudio de un mundo que orbita una enana M a 66 años luz de la Tierra, los investigadores no encontraron indicios de que tal planeta pudiera mantener una atmósfera.

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Sin una atmósfera rica en carbono, es poco probable que un planeta sea hospitalario para los seres vivos. Después de todo, las moléculas de carbono se consideran los componentes básicos de la vida. Y los hallazgos no son un buen augurio para otros tipos de planetas que orbitan enanas M, dijo la coautora del estudio Michelle Hill, científica planetaria y candidata a doctorado en la Universidad de California, Riverside.

“La presión de la radiación de la estrella es inmensa, suficiente para volar la atmósfera de un planeta”, dijo Hill en una publicación en el sitio web de la universidad.

Se sabe que las estrellas enanas M son volátiles, arrojan erupciones solares y hacen llover radiación sobre los cuerpos celestes cercanos.

Pero durante años, la esperanza había sido que los planetas bastante grandes que orbitaban cerca de las enanas M pudieran estar en un entorno Ricitos de Oro, lo suficientemente cerca de su pequeña estrella para mantenerse calientes y lo suficientemente grandes como para adherirse a su atmósfera.

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Sin embargo, la enana M cercana podría ser demasiado intensa para mantener intacta la atmósfera, según el nuevo estudio , que se publicó en The Astrophysical Journal Letters.

Un fenómeno similar ocurre en nuestro sistema solar: la atmósfera de la Tierra también se deteriora debido a los estallidos de su estrella cercana, el sol. La diferencia es que la Tierra tiene suficiente actividad volcánica y otra actividad de emisión de gases para reemplazar la pérdida atmosférica y hacerla apenas detectable, según la investigación.

Sin embargo, el planeta enano M examinado en el estudio, GJ 1252b , “podría tener 700 veces más carbono que la Tierra, y aún así no tendría atmósfera. Se acumularía inicialmente, pero luego disminuiría y se erosionaría”, dijo el coautor del estudio y astrofísico de UC Riverside, Stephen Kane, en un comunicado de prensa.

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GJ 1252b orbita a menos de un millón de millas de su estrella de origen, llamada GJ_1252. El planeta alcanza temperaturas diurnas sofocantes de hasta 1228 grados Celsius, encontró el estudio.

La existencia del planeta fue sugerida por primera vez por la misión TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA. Luego, los astrónomos ordenaron al Telescopio Espacial Spitzer de casi 17 años que fijara su vista en el área en enero de 2020, menos de 10 días antes de que Spitzer fuera desactivado para siempre.

La investigación sobre si GJ 1252b tenía una atmósfera fue dirigida por el astrónomo Ian Crossfield de la Universidad de Kansas e involucró a un grupo de investigadores de UC Riverside, el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Caltech, la Universidad de Maryland, la Institución Carnegie para la Ciencia, el Instituto Max Planck Instituto de Astronomía, Universidad McGill, Universidad de Nuevo México y Universidad de Montreal.

Esta ilustración muestra un escenario posible para el exoplaneta rocoso y caliente llamado 55 Cancrie, que es casi dos veces más ancho que la Tierra. Los datos del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA mostraron que el planeta tiene cambios extremos de temperatura.

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Estudiaron detenidamente los datos producidos por Spitzer, en busca de firmas de emisión o señales de que una burbuja gaseosa podría encerrar el planeta. El telescopio capturó el planeta cuando pasó detrás de su estrella de origen, lo que permitió a los investigadores “observar la luz de las estrellas mientras atraviesa la atmósfera del planeta”, dando una “firma espectral de la atmósfera”, o la falta de ella, dijo Hill.

Hill agregó que no estaba sorprendida de no encontrar señales de una atmósfera, pero estaba decepcionada. Ella está buscando lunas y planetas en “zonas habitables”, y los resultados hicieron que observar mundos que giran alrededor de las ubicuas estrellas enanas M sea un poco menos interesante.

Los investigadores esperan obtener aún más claridad sobre este tipo de planetas con la ayuda del Telescopio Espacial James Webb, el telescopio espacial más poderoso hasta la fecha.

Webb pronto pondrá su mirada en el sistema TRAPPIST-1, “que también es una estrella enana M con un montón de planetas rocosos a su alrededor”, señaló Hill.

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“Hay muchas esperanzas de que pueda decirnos si esos planetas tienen una atmósfera a su alrededor o no”, agregó. “Supongo que los entusiastas de las enanas M probablemente estén conteniendo la respiración en este momento para ver si podemos saber si hay una atmósfera alrededor de esos planetas“.

Sin embargo, todavía hay muchos lugares interesantes para buscar mundos habitables. Además de buscar planetas más alejados de las enanas M que podrían tener más probabilidades de retener una atmósfera, todavía hay aproximadamente 1,000 estrellas similares al Sol relativamente cerca de la Tierra que podrían tener sus propios planetas dando vueltas dentro de zonas habitables, según la publicación de UC Riverside sobre el estudio.