El pasado 21 de julio, desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán, se envió un nuevo brazo robótico a bordo del cohete ruso Proton-M rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), para ser instalado en el segmento ruso.
En su arribo, será el tercer brazo robótico en llegar a la EEI. Los otros fueron enviados por las agencias espaciales japonesas y canadienses, pero será el primero que podrá “caminar” alrededor del segmento ruso por sí solo.
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El Brazo Robótico Europeo (ERA) tiene una extensión de 11 metros de largo que está unida en el medio por una articulación tipo “codo” que le permite ser flexible.
Cada extremo posee unas “muñecas” capaces de manipular las cargas útiles, además de acoplarse con la estación y transferir datos. La forma de moverse será parecida a cómo los monos se balancean en la selva, ya que con una “mano” se mantiene aferrada al casco del módulo Zvezda, mientras que con el otro se acopla a la estación, para luego liberar el primer punto.
ERA se puede mover con una presión de 5 mm, es capaz de manejar cargas de hasta 8 mil kilos y también puede ser controlada tanto desde el interior como exterior de la estación. Dentro de sus funciones podrá transportar astronautas y ayudar a la mantención de la envejecida estación.
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“Moviéndose mano a mano por las partes rusas de la estación, el brazo robótico europeo traerá más libertad, más flexibilidad y más habilidades a las operaciones espaciales”, dijo David Parker, director de exploración humana y robótica de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Detallan que el brazo se dirige al puesto de avanzada orbital junto al nuevo módulo de laboratorio multipropósito de Nauka que se acoplará de forma autónoma al Módulo de Servicio Zvezda del segmento ruso durante los próximos días.
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