Por primera vez, un equipo de astrónomos internacionales de la Universidad de Innsbruck en Austria confirmaron la detección de una nueva clase de nebulosa galáctica, específicamente de una insólita titánica nebulosa galáctica que se encuentra sobre nuestro hogar: la Vía Láctea.
El descubrimiento fue realizado por científicos aficionados y el equipo llevó a cabo la investigación y análisis de los datos mediante la implementación de la fase de envoltura común de un sistema estelar binario llamado sistema de envoltura común (CE).
La CE es el nombre que obtiene una corta fase de duración de la vida de una estrella binaria, en la cual dos estrellas orbitan dentro de una envoltura única y compartida.
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La importancia de estudiar eso es que ya la CE es fundamental para poder comprender como los velos galácticos se producen y, así también, los agujeros negros y las ondas gravitaciones de masas estelares tiaminas.
La detección de esta nebulosa es el mejor ejemplo para comprender la evolución estelar, ya que las estrellas normales cuando se encuentran al final de su vida se inflan hasta el punto de convertirse en una estrella gigante roja.
“Dado que una fracción muy grande de estrellas están en sistemas binarios, esto afecta a la evolución de ambas al final de sus vidas (…). En sistemas binarios cercanos, la parte exterior inflada de una estrella se fusiona como una envoltura común alrededor de ambas estrellas. Sin embargo, dentro de esta envoltura de gas, los núcleos de las dos estrellas están prácticamente intactos y siguen su evolución como estrellas individuales independientes”, detalló Stefan Kimeswenger, líder de la investigación y astrofísico de la ESO (European Southern Observatory).
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En el estudio publicado en Astronomy & Astrophysics detallan que la nube principal mide 15,6 años luz de diámetro, esto equivale a la longitud de casi un millón de veces más grande que la distancia entre la Tierra y el Sol.
Asimismo, encontraron que posee pequeños fragmentos a unos 39 años luz de distancia. “Dado que el objeto se encuentra ligeramente por encima de la Vía Láctea, la nebulosa fue capaz de desarrollarse en gran medida sin ser perturbada por otras nubes presentes en el gas circundante”, indican.
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