En otro giro de las cambiantes condiciones climáticas, la capital experimentará un cambio brusco después de alcanzar los 24 grados este 15 y 16 de noviembre. Esto, porque se espera que un sistema frontal, con una mayor intensidad al sur del país, traiga precipitaciones desde el medio día de este 17 de noviembre, alcanzando hasta 2 milímetros de agua.
Este fenómeno, que podría ser solo el comienzo, se atribuye al persistente impacto del fenómeno de El Niño, según la Dirección Meteorológica.
Aunque las lluvias son bienvenidas en medio de la sequía que afecta al país, especialmente tras el invierno más lluvioso de la última década y un octubre con récord de precipitaciones en la región metropolitana, el agua caída en esta fecha plantea un dilema para el sector agrícola. Agricultores, como Klaus, expresan su preocupación por los potenciales daños a los cultivos, especialmente a los cerezos.
Mientras Chile experimenta este cambio climático, un panorama muy distinto se vive en Brasil, donde cientos de ciudades están en alerta máxima debido a temperaturas extremas que superaron los 40 grados y una sensación termica de hasta 58 °C.
Este contraste climático resalta la creciente crisis climática global. Se pronostica que estas altas temperaturas podrían llegar a Chile a inicios de diciembre, sumándose a la compleja y cambiante primavera que enfrentamos. La necesidad de adaptarse a estas condiciones climáticas fluctuantes se vuelve cada vez más evidente.
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