Ulrike Broschek: “El problema del agua no se había visto con el énfasis que debiera”

El acceso al agua, la sequía y la crisis hídrica parecen haber quedado en segundo plano con la pandemia de COVID-19. Más aún cuando se registraron más lluvias al inicio del invierno este año que en los períodos previos. Pero los expertos han insistido en que este respiro hídrico que trajeron las precipitaciones no compensan una década de megasequía.

Para analizar este tema y los efectos que el cambio climático sigue teniendo en nuestro país, Paloma Ávila conversó con Ulrike Broschek, subgerente de Sustentabilidad de Fundación Chile.

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“Hay un efecto importante sobre nuestro país de todo el proceso de cambio climático. Estamos siendo muy afectados específicamente en el tema del agua por la sequía, y esto es un escenario instalado. Si bien ahora llovió, eso dio un respiro muy importante, porque hubiésemos estado o si no en una situación mucho más crítica. Sin embargo, esto va a continuar, esta sequía y esta escasez de agua no finaliza por estas lluvias, todo lo contrario”, dijo Broschek.

Sobre una institucionalidad para el agua, la experta señaló: “Esta institucionalidad debiese ser autónoma e independiente, no debiese tener un sesgo, sino que tiene que tener una capacidad de una mirada completa donde integre, efectivamente, las diferentes visiones”.

Desatacó la importancia de involucrar a las personas que hacen vida en las regiones cuando es hora de elaborar políticas públicas. “Es el territorio donde se genera una realidad de gobernanza, donde participan todos los sectores: los sectores usuarios de agua y también los que necesitan el recurso, incluido la visión ambiental. Y ellos son quienes deciden y definen los planes hídricos y los desarrollos, y la forma en que se va a gestionar. Entonces esa mirada desde el territorio, esa visión desde las regiones es fundamental, y es la que finalmente alimenta a esta institucionalidad más pública a nivel nacional”.

La pandemia ha priorizado la salud, pero la gestión del agua es una materia pendiente en nuestro país. “El problema del agua no se había visto con el énfasis que debiera haberse visto, entonces tenemos este rol pasivo con esta escasez hídrica, de un tema que lamentablemente no ha sido priorizado y por eso estamos con la crisis que tenemos. Pero no es solo por el cambio climático sino que por esa falta de capacidad de nosotros de poder gestionar, intervenir adecuadamente y planificar esto con mirada de futuro”

Broschek relevó la necesidad de regular el sector y de transparentar los incentivos. “El tema de los incentivos es el gran vacío, o sea, en la medida en la que tenemos un mercado de derechos de agua, que te entrega derechos para tu aprovechar el recurso, y no existan incentivos para hacer un uso eficiente, por ejemplo, en la eficiencia hídrica es un temazo. Hoy día tenemos distintos sectores productivos, un 50% de eficiencia por ejemplo en el riego, lo que significa que están usando el doble de agua de lo que en realidad ese cultivo necesita. Y faltan claramente esos incentivos, para hacer ahorro de agua y que ese ahorro vaya, además, en una contribución del sistema y a dar agua a quienes lo necesitan”.

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Para ello, considera que se debe apostar por la iniciativa conjunta entre el Estado y sector privado. “El tema de los incentivos, es un tema donde se tiene que avanzar y también el incentivo al desarrollo de iniciativas público privadas, no solamente pensar en que el Estado es el que subsidia todas las soluciones, sino que también que se dan soluciones desde los sectores productivos y también de manera colaborativa en forma público privada”.

“Soluciones hay, tecnologías existen, pero no se están implementando y ahí es donde, entonces, faltan estos estímulos adecuados”, concluyó.