El territorio de Chile tiene una diversidad que pocas veces conocemos o entendemos. Nuestro país es uno de los más afectados por el cambio climático, pero, al mismo tiempo, tiene enormes riquezas con un potencial insospechado para mitigar los efectos de la crisis climática. La solución parece estar al alcance de nuestro territorio pero faltan políticas públicas efectivas para proteger el medio ambiente mientras aprovechamos sus bondades de forma sustentable.
Uno de los ecosistemas más diversos y provechosos para preservar la vida en el planeta son los humedales. De esto, Paloma Ávila conversó con Gabriela Navarro, ecóloga de la Universidad Austral y vocera de la Mesa de Humedales de Chiloé.
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“En Chiloé tenemos un gran grupo de humedales costeros y continentales. Dentro de esos están los pomponales o turberas, que para Chiloé son absolutamente importantes porque son las grandes reservas de agua dulce que existen en la provincia, ya que el archipiélago no cuenta con cordillera, con nieve, para poder obtener agua desde los deshielos”, comentó Navarro.
Pero también son ecosistemas explotados. “Durante la temporada de verano estamos con fuertes problemas de sequía en la provincia a propósito de la explotación desmedida de este tipo de humedal“, agregó.
Las bondades de los humedales se esconden en sus características pantanosas que hasta hace algún tiempo se desconocían. Sin embargo, esa complejidad entrega grandes beneficios, y muchos de ellos los tenemos en Chile, donde la megasequía amenaza a comunidades enteras, pero en los humedales hay una respuesta.
“Tenemos un tipo de musgo que es el pompón, que tiene características muy especiales, porque es capaz de absorber hasta 20 veces su peso seco en agua. Es una verdadera esponja que absorbe el agua dulce, que es la única forma de obtener agua en el territorio, y va lentamente vertiéndolo en los acuíferos, en las napas subterráneas durante todo el año”, señaló la experta.
Algunas iniciativas ya apuntan al uso de estos recursos que ofrecen los humedales como el pompón. “Esa es la planta que estamos desarrollando productivamente. Estamos generando un impacto directo en esta posibilidad y esta característica que tienen las turberas de proteger las aguas continentales”.
Algo que quizás no muchos chilenos saben es que la mitad del suministro de este producto en el mundo proviene de nuestros humedales. “Como país producimos más del 50% de este producto a nivel planetario, los ojos están muy puestos sobre Chile. Y cada año disminuye drásticamente. Es una planta que creemos que ya en este momento está con problemas, en vías de extinción”, dijo.
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Hace algunas semanas se aprobó la Ley de Humedales Urbanos, un hito histórico en la protección de estos ecosistemas, pero no es suficiente a juicio de Navarro. “Todavía falta mucha investigación, falta la implementación de estas medidas. Algunos creemos que ya estamos en un punto de inflexión, donde pudiéramos acercarnos a la posibilidad de tener que proteger esta especie, incorporarla en alguna categoría de conservación, prohibir su extracción”.
El rango de acción de la legislación debe ampliarse y diversificarse para garantizar la efectiva protección de estos ecosistemas, asegura. “En Chiloé, el gran porcentaje de superficie de turberas a mayor escala está principalmente en áreas rurales. Por lo tanto, dentro de la ley de humedales urbanos, es muy difícil proteger turberas de manera efectiva”, explicó.
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