Un grupo de científicos de Nueva Zelandia está desarrollando un plan que pretende reducir las emisiones de metano de las distintas industrias cárnicas, en concreto una vacuna que haría que las vacas dejen de eructar.
De acuerdo con el medio New Zealand Herald, la industria ganadera es una de las principales productoras de gas metano, el que es 25 veces más potente que el CO2.
En este contexto, uno de los principales agentes emisores son las vacas y bovinos, dado que no pueden digerir de manera adecuada la hierba que consumen, por lo que generan grandes cantidades de este dañino gas.
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Por ello, científicos del Instituto de Investigación Agresearch se encuentran ideando un método para disminuir los altos niveles de metano que emiten, sin interferir directamente en la ganadería, debido a lo fundamental que es para la economía de su país.
El científico Peter Janssen, líder de la investigación, lleva 15 años trabajando en el desarrollo de una vacuna para reducir en un 30% o más la contaminación producida por estos animales. Asimismo, se mostró confiado por la fórmula que ha intensificado sus análisis de estudio en los últimos cinco años.
En este contexto, el gobierno neozelandés se comprometió a reducir las emisiones de gas metano en un 47% para 2050 y presentó un plan para implementar impuestos por eructos de los animales.
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