La marchitez por fusarium, una infección fúngica mortal que devastó la producción de plátanos en los años 50 y 60, ha resurgido y ahora amenaza con extinguir la variedad Cavendish, la más consumida en todo el mundo. Sin embargo, un reciente avance genético podría ofrecer una solución para controlar este patógeno, según un estudio publicado en Nature Microbiology.
Investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst han descubierto que la cepa actual de la marchitez por fusarium, conocida como Foc raza tropical 4 (TR4), que amenaza a los plátanos Cavendish, es distinta de la que acabó con la variedad Gros Michel en el pasado.
Lo más revelador es que este hongo letal mata a las plantas de plátano produciendo óxido nítrico. Según los científicos, eliminar los genes responsables de esta producción podría ser la clave para controlar la enfermedad.
“Identificar estas secuencias genéticas accesorias abre muchas vías estratégicas para mitigar o incluso controlar la propagación del Foc TR4”, afirmó Yong Zhang, autor principal del estudio, según reportó Futurism.
La Foc TR4 apareció por primera vez en los años 70 y se ha extendido rápidamente, poniendo en peligro no solo la economía del cultivo de plátanos, sino también la nutrición de millones de personas que dependen de esta fruta. El principal problema es que esta enfermedad es extremadamente difícil de erradicar; los agricultores deben abandonar los campos contaminados para evitar su propagación.
El profesor Li-Jun Ma, coautor del estudio, advirtió sobre el riesgo de la falta de diversidad en las plantaciones comerciales. “Cuando no hay diversidad en un gran cultivo comercial, se convierte en un blanco fácil para los patógenos”, señaló, sugiriendo que los consumidores opten por diferentes variedades de plátanos cuando estén disponibles.
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