Hasta un 40% ha mejorado la calidad del aire en China. Eso a raíz de la detención en la producción industrial y también el aislamiento de sus habitantes. En Chile, esto también lo podríamos observar en algunas semanas, pero hay preocupación de cara al invierno, debido al aumento de la calefacción a leña y el peak de enfermedades respiratorias.
Si hace un mes era casi imposible ver con claridad la Torre Eiffel en París, hoy se puede contemplar en su máximo esplendor. En ciudades que, tradicionalmente, han estado altamente contaminadas ahora se respira aire más limpio, se ve agua más cristalina y todo es porque los humanos confinados contaminan menos.
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Si la economía se mantiene lenta y el transporte sigue a la baja, podríamos ver este año una disminución en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de hasta un 5% o más. Eso no parece mucho, pero es algo que nunca ha ocurrido en los últimos 75 años, así lo asegura el profesor Rob Jackson, académico de la Universidad de Stanford y del Global Carbon Project.
Este efecto “temporal” es visible, incluso, desde el espacio. La Agencia Espacial Europea y la NASA nos muestran cómo China y Europa han reducido de un 25% a un 40% sus partículas contaminantes. La razón está en la pausa generada por el aislamiento social debido a la pandemia por el nuevo coronavirus.
“Ha sido muy sorprendente ver la reducción de la contaminación de CO2 que observamos por estos días, eso es muy importante considerando los niveles previos, y lo he visto en las últimas dos semanas”, explica Roisin Commane, profesora de la Universidad de Columbia.
Viendo estas imágenes tendemos a esperar lo mismo para nuestro país. Pero para el hemisferio sur, el virus viene de la mano con la llegada del invierno, período donde las enfermedades respiratorias alcanzan su peak, y también comenzamos a quemar mucha más leña
“Cerca de 450 mil adultos mayores viven en ciudades donde están expuestos a contaminación atmosférica debido al uso de leña. Con esos niveles de contaminación la presión sobre el sistema de salud, que regularmente ya es alta, ahora sería tremendamente crítica podría doblarse debido al coronavirus“, comenta Anahí Urquiza, académica de la Universidad de Chile e investigadora del (CR)2.
Temuco, Chillán y Santiago son solo algunas de las ciudades, donde las alertas ambientales por niveles críticos de contaminación del aire se repiten cada año. Ahora, agregamos el factor coronavirus, lo que según especialistas, proyecta un escenario de alta complejidad.
“Lo que se puede esperar es que esto, al final, termine teniendo el efecto contrario con la quema residencial. Es decir, a mayor restricción haya y la gente más se tenga que quedar en sus casas, más emisiones habrá porque van a tener que calentar la casa por más tiempo“, indica Nicolás Huneeus, académico de la Universidad de Chile e investigador del (CR)2.
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Al respecto, Urquiza, académica de la Universidad de Chile e investigadora del (CR)2 dice: “Dejar de intervenir la manera en la que estamos interviniendo en la naturaleza y pensar la reactivación económica de otra manera: una economía circular“.
Esto frente a la incertidumbre del llamado “efecto rebote” que podría ocasionar la reactivación económica y el regreso a las calles por parte de la población. Aún hay tiempo dicen expertos, para que este respiro que está tomando el medio ambiente, no implique un invierno mucho más contaminado que por años hemos conocido.
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