El tamaño de los ojos de las aves revelaría su hábitat y dieta

Con un rango limitado en el gusto y olfato, las aves poseen ojos más grandes en relación a su cuerpos y ahora un nuevo estudio indica que al analizarlos se puede conocer mucho más sobre la vida de estos animales.

Durante cinco años de análisis, los investigadores del Laboratorio de Conservación de Ecosistemas Ordway, del Museo de Historia Natural de Florida, midieron los ojos de tangaras, pinzones, chochines y pájaros carpinteros que viven en los bosques andinos del Perú para determinar cómo estos animales se enfrentan al aumento de la fragmentación del bosque debido a la industria agrícola.

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Sus resultados demostraron que las aves con ojos grandes evitaban estos sectores agrícolas. Asimismo, con esta medición lograron predecir dónde se aparearon y pusieron huevos.

Para comprender si este patrón se aplicaba a todas las aves, el equipo dirigido por Ian Ausprey analizó una investigación realizada en la década del 70, en la que se midieron los ojos de más de 4 mil especies de aves, para comparar el tamaño de los ojos de 2.777 especies.

Ya que los ojos pueden aumentar con el tamaño del cuerpo, el equipo estandarizó las medidas para cada especie, centrándose específicamente en aves terrestres que buscan comida cerca del suelo y son más activas durante las horas del día.

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Los resultados, publicados en Biological Sciences, detallan que las aves con ojos más grandes viven cerca del ecuador, ya que el cinturón de selvas tropicales del planeta crea hábitats oscuros en el sotobosque (áreas del bosque donde crece vegetación bajo los árboles).

Independiente de la latitud en que se encuentran, el estudio señala que las aves que cazan o se alimenta cerca del suelo, poseen uno ojos más grandes ya que de esa manera pueden absorber una mayor cantidad de luz durante el día, mientras las que pasan más tiempo en el cielo, poseen ojos más pequeños para reducir los rayos solares que le llegan.

“Las luces brillantes pueden causar algo llamado deslumbramiento por discapacidad. Cuando arrojas luz sobre las aves, cambian la forma en que se alimentan. También responden de manera diferente a las vocalizaciones de los depredadores experimentales”, agregó Ausprey.