En la costa de Antofagasta, la Dirección Regional del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) ha intensificado sus esfuerzos para rescatar pingüinos varados y fiscalizar las prácticas de pesca recreativa. Este año, se han registrado 36 casos de varamientos de pingüinos, de los cuales 9 presentaron lesiones causadas por aparejos de pesca, como anzuelos e hilos. La mayoría de estos incidentes ocurrieron en junio y julio en diversos puntos costeros de la capital regional.
El 16 de julio, se reportaron los episodios más recientes en el Balneario Municipal y la costa norte de la ciudad. En uno de los casos, un video difundido en redes sociales mostró a una persona tirando un hilo de pesca en el que estaba capturado un pingüino.
Pilar Irribarren, Directora Regional de Sernapesca en Antofagasta, comentó que se están realizando necropsias en los ejemplares muertos para evidenciar la presencia de artes de pesca y fundamentar las denuncias ante el Ministerio Público y la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la Policía de Investigaciones. Irribarren también mencionó que la baja condición corporal de los pingüinos se debe a la disminución de alimentos, principalmente anchoveta.
Los pingüinos rescatados han sido trasladados al Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Antofagasta (UA) para evaluar su estado de salud. Actualmente, solo tres ejemplares siguen con vida: uno herido por hilos de pesca, otro trasladado desde Tocopilla sin lesiones, y uno en recuperación tras una endoscopía para extraer un anzuelo del esófago.
Sernapesca ha reiterado el llamado a pescadores y la comunidad a observar buenas prácticas de pesca recreativa, evitando dejar restos de implementos de pesca y promoviendo la tenencia responsable de mascotas para no dañar a los pingüinos y otras especies marinas. Estas acciones buscan proteger a la fauna marina de la costa antofagastina, amparada por la Ley General de Pesca y Acuicultura, y garantizar la seguridad de las personas que frecuentan la zona.
Estos esfuerzos son cruciales para minimizar el impacto de la pesca recreativa y asegurar la preservación de especies protegidas en la región.
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