Desde el invierno de 2023, el paisaje de laguna Aculeo ha cambiado drásticamente. “La laguna estaba seca por completo antes de las lluvias”, comenta Ximena Romero, coordinadora de Educación e Investigación de la Corporación Altos de Cantillana. Sin embargo, la reciente recuperación parcial del cuerpo de agua ha permitido el regreso de aproximadamente 40 especies de aves al ecosistema, sumando un total de 70 especies actualmente.
Este renacer ha impactado de manera significativa a los residentes y negocios locales. “Hemos visto el retorno de aves y una mejoría en la biodiversidad de la laguna”, señala Gloria Contreras, administradora del Camping Pintué. Carolina Silva Lobo, directora de Redfugio y vecina de laguna Aculeo, resalta la importancia de transformar la laguna en un humedal urbano. “Esto proporcionaría herramientas legales para la protección y manejo del agua y la tierra en el área”, explica.
La laguna Aculeo no es el único cuerpo de agua que ha experimentado una recuperación reciente. El lago Peñuelas en la Región de Valparaíso también ha visto una revitalización significativa, alcanzando niveles de agua que no se habían visto en más de cinco años. “Las lluvias han dado un respiro necesario a estos ecosistemas”, afirma Eduardo Torres, vecino del lago Peñuelas.
Sin embargo, este resurgimiento podría ser efímero. Con la entrada del fenómeno de La Niña en el hemisferio sur, se espera una disminución en las precipitaciones, lo que hace aún más crucial la implementación de medidas de conservación. “La ‘conciencia climática’ es vital para proteger estos ecosistemas en riesgo”, advierte Alex Godoy, director del Centro de Investigación en Sustentabilidad de la UDD.
La comunidad científica y ambientalista subraya la necesidad urgente de estrategias efectivas para mantener estos cuerpos de agua en equilibrio. “El futuro de estos entornos depende de nuestras acciones para cuidarlos y protegerlos”, concluye Hernán Alcayaga, director de la Escuela de Obras Civiles de la UDP.
La recuperación de laguna Aculeo y lago Peñuelas simboliza una oportunidad para repensar y reforzar los esfuerzos de conservación, asegurando que estos ecosistemas puedan prosperar en un clima cada vez más variable y desafiante.
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