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Médicos y profesionales de la salud de todo el mundo han pedido a los líderes mundiales que garanticen una recuperación ecológica tras la crisis del coronavirus. Exigen que los planes de reactivación económica luego de la recesión causada por la pandemia, tengan en cuenta la contaminación del aire y la degradación climática.
Son más de 350 organizaciones que representan al menos 40 millones de trabajadores de la salud, que involucran aproximadamente la mitad de la fuerza laboral médica mundial, las que han firmado una carta abierta a los líderes del G20. Enfatizaron en las 7 millones de muertes prematuras que produce la contaminación del aire anualmente en todo el mundo.
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Los directores médicos y los asesores científicos principales deben estar directamente involucrados en el diseño de los paquetes de estímulo que se están llevando a cabo, según la carta, para garantizar que incluyan consideraciones de salud pública y preocupaciones ambientales.
En ese aspecto, dicen que los sistemas de salud pública deberían fortalecerse, y advierten sobre cómo la degradación ambiental podría ayudar a desencadenar futuras enfermedades.
Los signatarios de la carta también quieren reformas para los subsidios a los combustibles fósiles, con el apoyo público dirigido hacia las energías renovables, lo que dicen que haría un aire más limpio, reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudaría a impulsar el crecimiento económico de casi $100 billones en las próximas tres décadas.
En la misiva, además, los profesionales vinculan la contaminación del aire y los sistemas de salud pública frágiles con los impactos del virus, aseguran que la contaminación del aire “ya estaba debilitando nuestros cuerpos”, exacerbando el impacto de la enfermedad.
Estudios han sugerido que la contaminación del aire puede desempeñar un papel en el empeoramiento de los síntomas de COVID-19 o en el aumento de la mortalidad, aunque los científicos también dicen que es demasiado pronto para sacar conclusiones contundentes sobre el impacto total. Sin embargo, los cielos despejados que han acompañado al cierre en muchos países están amenazados, ya que la actividad industrial se reanuda sin nuevas salvaguardas.
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“Ahora sabemos más que nunca que las vidas saludables dependen de un planeta saludable. A medida que avanzamos en el camino hacia la recuperación, necesitamos construir un sistema que nos proteja de más daños. Necesitamos una recuperación saludable y verde”, dijo Miguel Jorge, presidente de la Asociación Médica Mundial citado en un informe de The Guardian.
Los profesionales de la salud están preocupados de que el mundo reanudará sus prácticas poco saludables a medida que se desvanezcan los impactos inmediatos del coronavirus, sin aprender las lecciones necesarias para llevarnos por un camino más saludable que reduciría la probabilidad de pandemias devastadoras en el futuro, así como reducir enfermedades por otras causas y evitando la descomposición climática.
“El cambio climático plantea una amenaza inminente y grave para la salud de la población mundial. Hacemos un llamado a los gobiernos para que se aseguren de que los niveles de contaminación no vuelvan a los niveles anteriores, para que nuestros hijos y nietos puedan crecer de manera saludable en un clima sostenible y sostenible. Solo invirtiendo tanto en el cuidado de la salud como en el medio ambiente podemos crear un futuro sostenible”, agregó Annette Kennedy, presidenta del Consejo Internacional de Enfermeras.
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Los firmantes incluyen la Asociación Médica Mundial, el Consejo Internacional de Enfermeras, la Federación de Enfermeras y Matronas de la Commonwealth, la Organización Mundial de Médicos de Familia y la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública, así como miles de profesionales de la salud individuales.
La carta ha sido enviada a todos los líderes del G20, como Boris Johnson, Angela Merkel y Xi Jinping, quienes están bajo presión para aprobar una recuperación ecológica, así como a aquellos que han sido criticados por un enfoque laxo a la crisis o por usarlo para debilitar las protecciones ambientales, incluidos Donald Trump, Vladimir Putin y Jair Bolsonaro.
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