Un grupo de científicos amateur presentó una inusual forma de disminuir los impactos negativos en el ecosistema: reciclar el pelo humano.
Por muy excéntrico que suene, la empresa británica Create Salon, ubicada en Gales, se encuentra reciclando el 95% de sus desechos, entre ellos el cabello, para desarrollar una especie de “barrera” que absorba el petróleo de ríos, lagos y océanos.
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“Si el cabello no se desecha, puede liberar una gran cantidad de gases de efecto invernadero y muchas veces termina en el cubo de la basura, en los vertederos, y genera gases de efecto invernadero dañinos”, explicó Kasey Perks, dueña del salón, a la BBC.
La tienda apunta a ser dirigida de forma sostenible y en su local tienen carteles en los que informan lo que hacen e incentivan a la población a tomar medidas contra el cambio climático.
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Las investigaciones que han realizado detallan que el cabello es capaz de retener la grasa y la elimina cuando es lavado, por los que apuntan a que se podría utilizar repetidamente.
Por el momento, no han detallado si han iniciado planes piloto y cómo pretenden eliminar el petróleo recolectado. Pero una vez que se comience a implantar, sin duda servirá para limpiar los caudales de residuos oleosos e, incluso, combatir los derrames de petróleo en el mar que afecta gravemente a la biodiversidad marina.
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