El gato andino (Leopardus jacobita), conocido como el “Fantasma de los Andes” por su naturaleza esquiva y su hábitat en las inaccesibles montañas rocosas de la cordillera, ha sido registrado por primera vez en el santuario de Yerba Loca, en Lo Barnechea, Región Metropolitana. Este descubrimiento, revelado en el marco del Día Mundial de la Diversidad Biológica, ha sido posible gracias al trabajo conjunto de la Alianza Gato Andino (AGA) y Greenpeace Chile.
Durante mucho tiempo se creyó que este felino, cuya población se estima en apenas 1.400 individuos adultos, estaba extinto en la zona central de Chile. Sus hábitats conocidos se limitaban a las regiones del norte, entre Arica y Parinacota, y Antofagasta. Sin embargo, desde 2014 se han reportado avistamientos esporádicos en áreas más centrales del país, específicamente entre Farellones y la Región del Maule.
Las recientes imágenes capturadas en Yerba Loca confirman la presencia del gato andino en esta región, un avance significativo para la conservación de esta especie en peligro de extinción. Bernardo Segura, miembro de AGA y magíster en Áreas Silvestres y Conservación de la Naturaleza, explicó que las cámaras se instalaron en el santuario debido a sospechas fundadas en la similitud del terreno con otros hábitats conocidos del gato andino y la abundancia de presas, como las vizcachas, su alimento favorito.
Dominique Charlin, vocera de Greenpeace Chile y especialista en biodiversidad, destacó la importancia del hallazgo, afirmando que “las imágenes nos muestran un macho grande y aparentemente en buen estado de salud. Este registro es de tremenda relevancia porque nos permite conocer más sobre la naturaleza y hábitos del felino en la zona central y nos obliga a generar mejores condiciones para asegurar su supervivencia en el sector”.
Estudios recientes sobre el comportamiento del gato andino en la zona central, liderados por Bernardo Segura, revelan diferencias notables con sus pares del norte, como la ausencia de letrinas para defecar, lo que dificulta aún más su rastreo.
El rol ecosistémico del gato andino es crucial. Según Charlin, al ser un depredador irremplazable, regula la población de las especies de las que se alimenta. Su desaparición podría generar desequilibrios en los entornos donde habita. Además, la pérdida de cualquier individuo en edad reproductiva, dada su condición de especie en peligro de extinción según la “Lista Roja” de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), puede afectar significativamente a las poblaciones locales de estos felinos.
Este hallazgo impulsa la necesidad de fortalecer las medidas de conservación y protección del hábitat del gato andino, asegurando su supervivencia y la biodiversidad de los ecosistemas donde vive.
Deja tu comentario