De acuerdo a una evaluación global, cerca de un tercio de los océanos y tierra del mundo podrían caer bajo protección medioambiental sin causar daños perjudiciales a la economía mundial; más aún, dichas medidas podrían traer beneficios si se siguen políticas correctamente aplicadas.
Los ecosistemas del mundo están colapsando, con cerca de un millón de especies bajo amenaza de extinción. Pero si al menos un 30% de los lugares del planeta fueran protegidos con esfuerzos de conservación, la extinción pasiva podría ser evitada y los hábitats podrían recuperar, de acuerdo a un estimación científica.
El reporte, de la ONG Campaña por la Naturaleza, descubrió que se requerirían cerca de 140 mil millones de dólares por año, de aquí hasta el 2030, para dejar protegidas al 30% de los mares y paisajes del planeta.
Anthony Waldron, principal autor del estudio, aseguró a The Guardian que su “reporte demuestra que la protección en nuestra economía actual, traería incluso más ganancias que las otras alternativas, añadiendo activos a la agricultura y las forestales, mientras se ayuda a prevenir el cambio climático, las crisis de sequía, la pérdida de biodiversidad y enfermedad”.
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Waldron agregó que “incrementar la protección a la naturaleza es una política aceptada para los Gobiernos que barajan múltiples intereses. No puedes ponerle un precio a la naturaleza, pero los números apuntan a que lo mejor sería protegerla”.
Un objetivo de ese tipo requeriría duplicar la cantidad de tierra protegida, la cual a la fecha equivale a un 15% del territorio global. Además requeriría cuadruplicar la cantidad de áreas marinas protegidas, las cuales representan solo un 7% de los océanos y mares del mundo. Cerca de 24 mil millones de dólares se gastan anualmente para proteger dichos santuarios naturales.
Con una alta demanda comercial y presión económica hacia las áreas agriculturales, de pesca e industrias de extracción, la protección de la naturaleza se ha visto normalmente como una “pérdida económica”.
Sin embargo, la nueva evaluación da vuelta al análisis tradicional demostrando que la conservación de la naturaleza es de hecho un contribuidor de red a la economía global y no drenaje de recursos.
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Según el informe, alcanzar el 30% de la protección podría conducir a una ganancia económica incremente de entre 64 a 454 mil millones de dólares por año. Esto dependiendo de las áreas que sean objeto de los esfuerzos de conservación, además de entregar otros beneficios.
Restaurar la naturaleza se está transformando en un una acción vital para combatir los impactos negativos de la crisis climática, paliando los efectos de largo plazo como las sequías, tormentas e inundaciones.
Además, el estudio descubrió que proteger bosques y manglares reduciría las pérdidas económicas por culpa del cambio climático y sus efectos adversos en un estimado de 170a 534 mil millones de dólares anuales hacia el 2050.
Proteger la tierra podría traer beneficios a las áreas que se encuentren cerca de las zonas resguardadas, aumentando la vegetación y reduciendo la contaminación ambiental. Además los sistemas de ríos podrían entregar agua limpia y hábitats adecuados para un gran número de especies salvajes.
Finalmente, se proyecta que la conservación de la naturaleza podría proveer un crecimiento económico del 4 al 6% por año, comparado al 1% por el que pasan las industrias de la agricultura, la pesca y las forestales, tras la crisis del COVID-19.
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