El Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles patrulla los barrios para evitar derroches y mal uso del agua, ya que la ciudad sufre una larga e importante sequía desde hace un tiempo.
En específico, los embalses y ríos de la zona se encuentran en mínimos históricos, por ello las autoridades de Estados Unidos han introducido restricciones del uso del agua, como limitar el riego del césped a tan solo ocho minutos, dos veces por semana.
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El policía Damon Ayala patrulla a diario las calles vigilando el comportamiento de las personas sobre el uso de este elemento, ya que forma parte de la ‘Policía del Agua’ del país. Con récords de sequía durante 2022, la ciudad se encuentra de manera inédita en la fase tres de su plan que ordena una advertencia informativa ante la primera infracción.
AFP.
“Muchas veces no conocen la ordenanza y nuestro trabajo es educarlos”, explicó Ayala a AFP.
El “patrullaje del agua” está rindiendo frutos
Esta medida está teniendo frutos. Las autoridades observaron en junio una reducción de la demanda de agua residencial en relación al mismo mes en 2021.
“Lo que estamos es tratando de cambiar el comportamiento”, agregó el funcionario. Los infractores reincidentes son multados con montos que van desde los 200 y 600 dólares.
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La firma de paisajismo urbano G3 Garden Group, ha instado a sus habitantes a cambiar el césped por plantas tolerantes a la sequía.
“El impacto ambiental de regar un césped, no solo en medio de una sequía sino también viviendo en un clima muy seco, hizo de esta una opción obvia”, dijo al medio de comunicación, Gabriel Golden y Danielle Koplinkase, residentes de la zona.
La imagen de la ciudad, famosa por sus hileras de palmeras, con sus exuberantes y verdes jardines mantenidos con rociadores automáticos, es parte de su pasado. Su paisaje ha sido reemplazado, de manera paulatina, con plantas nativas de la región desértica, como robles y amapolas.
Amapola, Pexels.
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