El delfín chileno, también conocido como “tonina”, es la única especie de cetáceos endémica de nuestro país, que se desplaza entre las regiones de Valparaíso y Magallanes.
Hasta la fecha, solo existían estimaciones de la abundancia de esta especie en algunas bahías pequeñas y canales de Chiloé.
Sin embargo, un estudio encabezado por el biólogo marino Dr. Luis Bedriñana-Romano, investigador postdoctorante del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Ideal) de la Universidad Austral de Chile (UACh), determinó que hay poco más de 2000 animales en toda la Patagonia norte, también denominada Ecorregión Chiloense.
La investigación publicada en la revista Aquatic Conservation también es pionera en identificar las áreas donde se concentra el delfín chileno, siendo estas zonas muy específicas de pequeñas bahías y canales con alta influencia de agua dulce.
“Este es un número muy bajo en comparación con otras especies del mismo género, lo que refuerza la noción de vulnerabilidad de la especie”, explica el Dr. Bedriñana.
A pesar de que las poblaciones de los delfines del género Cephalorhynchus son pequeñas, esto necesariamente no se relaciona con un efecto humano.
A diferencia de otras especies, esta tiende a desplazarse grandes distancias en busca de alimento.
“Para saber si efectivamente este fenómeno está afectando la viabilidad de las poblaciones del delfín chileno necesitamos programas de monitoreo en el tiempo, algo que lamentablemente no tenemos en Chile”, dice.
Finalmente, el trabajo también distingue sectores donde se concentra la probabilidad de encuentro entre estos animales y la prominente flota acuícola, la que se concentra en la costa oriente de la Isla Grande de Chiloé.
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