(CNN) — Un par de orcas ahuyentaron a los grandes tiburones blancos de un tramo de la costa sudafricana después de matar a cinco tiburones durante unos pocos meses en 2017, según un nuevo estudio.
Los grandes blancos solían dominar áreas de la costa de Gansbaai, a unos 100 kilómetros (62 millas) al este de Ciudad del Cabo, pero los han estado evitando en los últimos años, según un artículo publicado en el African Journal of Marine Science el miércoles.
La costa de Gansbaai fue una vez un lugar popular para la observación de grandes tiburones blancos, pero los avistamientos han disminuido notablemente en los últimos años. El estudio utilizó avistamientos a largo plazo y datos de marcado para demostrar que las orcas, a veces conocidas como ballenas asesinas, han ahuyentado a los grandes blancos.
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Los investigadores también analizaron cinco cadáveres de grandes tiburones blancos que se encontraron en la orilla, a cuatro se les extrajeron los hígados ricos en nutrientes y a uno también se le extrajo el corazón. Todos tenían heridas hechas por el mismo par de orcas, que probablemente hayan matado a más grandes blancos, dicen los investigadores.
El estudio rastreó a 14 grandes tiburones blancos durante cinco años y medio y descubrió que huyeron del área cuando las orcas estaban allí. Los investigadores creen que la sensación de miedo de los tiburones desencadena una migración masiva rápida y de largo plazo cuando saben que el depredador está presente.
“Inicialmente, después de un ataque de orca en Gansbaai, los grandes tiburones blancos individuales no aparecían durante semanas o meses”, dijo en un comunicado de prensa la autora principal del estudio, Alison Towner, bióloga principal de tiburones blancos en Dyer Island Conservation Trust.
Towner cree que esto es una “evasión a gran escala”, similar a cómo los perros salvajes en el Serengeti evitan ciertas áreas cuando hay leones presentes.
“Cuanto más frecuentan las orcas estos sitios, más tiempo se mantienen alejados los grandes tiburones blancos”, agregó.
Un ecosistema cambiante
Antes de que las orcas comenzaran a atacar a los grandes blancos, los tiburones solo habían estado ausentes de Gansbaai durante una semana en 2007 y tres semanas en 2016.
Esto significa que las ausencias prolongadas atestiguadas por las investigaciones no tienen precedentes y está cambiando el ecosistema en el área. Los tiburones ballenero de bronce han surgido como nuevos depredadores de rango medio en el área, dijo Towner.
“Estos balleneros de bronce también están siendo atacados por las orcas, lo que indica un nivel de experiencia y habilidad en la caza de grandes tiburones”, dijo Towner, quien agregó que los lobos marinos del cabo ahora se alimentan de pingüinos africanos, que están en peligro de extinción.
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“Ese es un impacto de arriba hacia abajo, también tenemos presiones tróficas ‘de abajo hacia arriba’ por la eliminación extensiva de abulón, que pasta en los bosques de algas a través de los cuales estas especies están conectadas”, agregó. “En pocas palabras, aunque esta es una hipótesis por ahora, hay mucha presión que un ecosistema puede soportar, y los impactos de las orcas que eliminan a los tiburones probablemente tengan un alcance mucho mayor”, expresó.
Un “abrupto declive”
Towner también cree que las orcas son cada vez más frecuentes en la costa de Sudáfrica, y esta pareja en particular podría ser parte de un grupo raro de comedores de tiburones.
“Este cambio en el comportamiento de ambos depredadores superiores podría estar relacionado con una disminución en las poblaciones de presas, incluidos peces y tiburones, lo que provoca cambios en su patrón de distribución”, dijo.
Las orcas se centran en los tiburones más jóvenes, dijo, lo que podría tener un mayor impacto en las poblaciones vulnerables de tiburones blancos, ya que los tiburones crecen lentamente y maduran tarde en la vida.
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Los investigadores reconocen que las temperaturas de la superficie del mar también podrían afectar los avistamientos de tiburones blancos, pero “no se puede explicar la disminución inmediata y abrupta de los avistamientos a principios de 2017 y los períodos prolongados y crecientes de ausencia”.
Otras explicaciones podrían incluir la pesca directa de grandes blancos o la disminución del número de presas debido a la pesca, agregan, pero aunque esto puede “contribuir potencialmente a una disminución general en el número de grandes blancos en Sudáfrica, es poco probable que expliquen la repentina disminución localizada”.
Otro estudio de 2016 sugirió que solo quedaban unos pocos cientos de grandes tiburones blancos en Sudáfrica, en comparación con estimaciones anteriores de unos pocos miles. Además, el análisis de ADN del tejido de tiburón mostró que la diversidad genética de los blancos de Sudáfrica es excepcionalmente baja, lo que los hace más susceptibles a impactos externos como enfermedades o cambios ambientales.
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