(CNN) – Las aguas de la Bahía de Lakonikos, en el lado sureste de la península del Peloponeso en Grecia, son de un color turquesa brillante. Sus costas son un importante sitio de anidación de tortugas marinas.
Sin embargo, no es sólo un lugar de belleza natural. El área se ha convertido en un centro clave para los petroleros que transportan exportaciones energéticas rusas.
A medida que los productos de petróleo crudo y refinado que generalmente irían a la Unión Europea se desvían a Asia, con la mayoría de las importaciones de petróleo por mar prohibidas por el bloque en respuesta al ataque de Moscú a Ucrania, los cargamentos se transfieren aquí en barcos más grandes para hacer el largo viaje.
Las transferencias de crudo ruso de barco a barco se han disparado en los últimos meses, alcanzando un máximo histórico durante los primeros tres meses del año, según datos de S&P Global, una firma de investigación. Cerca de Grecia, en marzo se transfirieron entre barcos más de 3,5 millones de barriles de gasóleo ruso, un producto refinado utilizado en sistemas de calefacción y transporte. Eso es más de siete veces el volumen contabilizado por S&P Global para ese mes en 2022.
Las transferencias destacan la transformación dramática del mercado mundial del petróleo desde que el presidente Vladimir Putin ordenó una invasión a gran escala de Ucrania hace casi 14 meses. A medida que China, India y Turquía llenan el vacío dejado por Europa, que alguna vez fue el principal comprador de petróleo y productos petroleros rusos, los viajes se han alargado y requieren más barcos, y los datos de S&P Global indican que las transferencias a mitad del viaje se han vuelto más comunes.
“Hemos visto un gran aumento en las transferencias de barcos en el Mediterráneo”, dijo Matthew Wright, analista senior de carga de Kpler, un grupo de datos. “Los barcos más pequeños llegan de los puertos rusos, transfieren la carga a barcos más grandes y luego esos barcos más grandes se dirigen a Asia”.
Muchos de estos barcos son parte de lo que se conoce como la “flota gris”. Expertos de la industria como Wright usan este término para referirse a los buques que comenzaron a transportar petróleo ruso el año pasado. Para muchos, se sabe poco sobre sus propietarios, que pueden ser una empresa fantasma.
La “flota gris” no está necesariamente haciendo nada en secreto. Pero observadores occidentales como Wright dicen que el surgimiento de esta red, donde la propiedad a menudo se enmascara, ha reducido la transparencia en el mercado petrolero, lo que dificulta la vigilancia de los reguladores.
Australia, Canadá y Estados Unidos dijeron recientemente en una presentación a la Organización Marítima Internacional que más barcos estaban apagando ilegalmente sus transpondedores, o “oscureciendo”, antes de transferir petróleo en aguas internacionales. Apagar los transpondedores, que transmiten datos de ubicación, puede ser una forma de eludir las sanciones, dijeron.
Fred Kenney, director de asuntos legales y externos de la OMI, le dijo a CNN que la alarma sobre esta práctica había crecido durante el último año. Las colisiones son más probables en tales casos, lo que aumenta las probabilidades de un derrame de petróleo devastador.
Según Kenney, también es más difícil saber si los barcos con propietarios turbios cumplen con las estrictas reglas que rigen las transferencias de petróleo en el mar.
“Existe un nivel significativo de preocupación de que se está socavando el régimen regulatorio que garantiza el envío seguro y protegido en océanos limpios”, dijo.
Un negocio oscuro
Los volúmenes de exportación de petróleo de Rusia se han recuperado a niveles vistos por última vez antes de que invadiera Ucrania , según la Agencia Internacional de Energía, aunque el país todavía está lidiando con una fuerte caída en los ingresos de estas exportaciones. Las naciones del Grupo de los Siete han impuesto un límite al precio del petróleo y los productos derivados del petróleo rusos, y un grupo más pequeño de compradores también puede negociar mayores descuentos.
Las importaciones chinas de petróleo ruso en el primer trimestre del año aumentaron un 38% en comparación con el año anterior, según datos de Kpler. Los de la India se han disparado casi diez veces.
A medida que el comercio de petróleo ruso se ha vuelto más complejo, muchos transportistas occidentales se han retirado. Nuevos jugadores más opacos han intervenido, contribuyendo a la formación de la “flota gris”.
Según VesselsValue, una firma de inteligencia de mercado con sede en el Reino Unido, las ventas de petroleros a empresas recién formadas o compradores no revelados representan aproximadamente el 33% de las transacciones de petroleros en lo que va del año. Las ventas a compradores desconocidos representaron solo el 10% del total en 2022 y el 4% en 2021.
Seguimiento de un barco
Usando imágenes satelitales de la firma de tecnología espacial Maxar, CNN pudo ubicar pares de petroleros que salpican la Bahía de Lakonikos. Junto con Kpler, CNN ha trabajado en los detalles de una de las transferencias.
Según los datos de los transpondedores de los dos barcos, el petrolero más pequeño atracó en San Petersburgo, Rusia, donde recogió un cargamento de fuel oil a fines de febrero. CNN luego lo rastreó por Europa occidental hasta el mar Mediterráneo. En ese momento, descargó su carga en el barco más grande que había llegado desde el puerto de Novorossiysk en el Mar Negro en Rusia. Kpler considera que este buque es parte de la “flota gris”.
Desde allí, el petrolero más grande continuó a través del Canal de Suez, la principal ruta marítima de Europa a Asia.
A medida que transacciones como estas se vuelven más comunes, los expertos están cada vez más preocupados por los riesgos.
Si bien la transferencia de petróleo de un barco a otro no es inusual, Kenney de la OMI dijo que los barcos de la “flota gris”, más difíciles de monitorear si no está claro quién es el propietario, podrían no estar siguiendo las mejores prácticas.
“[Hay] una miríada de cosas que pueden salir mal en una transferencia de barco a barco, razón por la cual existe un conjunto integral de reglas de la industria que rigen estas transferencias”, dijo, señalando la posibilidad de un derrame.
Canadá, Japón y el Reino Unido han señalado que existe un mayor riesgo de colisiones accidentales entre barcos si se apagan los transpondedores. Kpler documentó múltiples instancias de esta práctica, que casi siempre es ilegal, en 2022.
“Cuando vemos barcos, o recibimos informes de barcos que apagan sus transpondedores, nos preocupa”, dijo Kenney.
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