Según un reporte de las ONU, el daño causado por las catastróficas “supertormentas” combinado con el aumento en un 100% del nivel de los mares, podría desplazar a millones de personas de las zonas costeras de todo el mundo a menos que se limiten las emisiones de gases de invernadero.
De acuerdo a la agencia de noticias francesa AFP, quienes afirman haber obtenido una copia del informe, el documento esboza un escenario en el que los océanos están “a punto de desatar una miseria de escala global”, con un declive en la población de peces, el derretimiento del hielo marino y los glaciares y un incremento en la migración humana.
El informe advierte que, a menos que se tomen medidas serias en contra de las emisiones de gases invernaderos producidas por humanos, al menos un 30% de la superficie de hielo perenne del hemisferio norte podría derretirse en tan sólo 80 años.
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Este derretimiento podría liberar miles de millones de toneladas de carbono, almacenado en lo que actualmente son éstas zonas gélidas, lo que aceleraría los efectos del calentamiento global aún más.
A consecuencia de esto los océanos se volverían más calientes, lo que desencadenaría en zonas costeras inundadas, poniendo en riesgo la vida de 280 millones de personas, según The Independent.
Los hallazgos vienen del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), quienes realizaron un “reporte especial” sobre la condición de los océanos y las zonas congeladas de la Tierra, conocidas como criosfera.
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Este es el cuarto informe del año en ser publicado por la organización, enfocado a examinar los impactos de la actual crisis climática, con los otros tres indagando en los efectos que la crítica situación ha tenido en la biodiversidad, la flora, los suministros de alimentos, y de cómo serán los efectos de un aumento de 1.5°C en nuestro planeta.
Sin embargo, todos los reportes llegan a la misma conclusión: se necesita un cambio radical para poder evitar una catástrofe.
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