Entre 2015-2022 el gobierno de Chile autorizó la tala de árboles nativos para dar paso a la instalación de proyectos de generación eléctrica renovable (ERNC).
Esta información fue revelada por la ONG Chile Ambiental, quienes en su cuenta de X (exTwitter) indicaron que le solicitaron a CONAF información sobre planes de corta de bosque nativo asociado a proyectos ERNC.
La respuesta fue que entre 2015 y 2022 (los segundos gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera) se autorizó la corta de 1.269 hectáreas de bosque nativo.
Las regiones más afectadas son:
- Valparaíso, 263 ha.
- Maule, 218 ha.
- Los Lagos, 209 ha.
- Metropolitana, 174 ha.
Le solicitamos a CONAF la información sobre planes de corta de bosque nativo asociados a proyectos de generación eléctrica renovables (ERNC).
La respuesta: Se han aprobado la corta de 1.269 ha de bosque nativo entre los años 2015-2022. pic.twitter.com/WBXKBHoxkB— Chile Ambiental (@ChileAmbiental) September 14, 2023
Según estimaciones realizadas por eldesconcierto, esta tala equivale a 2 mil canchas de fútbol. Además, detallan que las solicitudes aprobadas en estos 7 años fueron para más de 500 planes.
¿Qué son las energías renovables?
Las energías renovables han emergido como una opción verde prometedora para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y abordar el cambio climático. Sin embargo, su implementación no está exenta de implicancias significativas que abarcan tanto beneficios como desafíos.
Esta temática es abordada por una investigación titulada “Cerrar la brecha: el papel de los estilos de vida equitativos y bajos en carbono” publicada por la ONU.
En ella se aborda desde una perspectiva positiva, que las energías renovables, como la solar y la eólica, ofrecen una fuente de energía limpia y sostenible que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuye la contaminación del aire. Esto contribuye a mitigar el cambio climático y a mejorar la calidad del aire, lo que es esencial para la salud humana y el medio ambiente.
No obstante, las energías renovables también están asociadas con conflictos socioambientales que deben abordarse cuidadosamente. Por un lado, la construcción de grandes parques eólicos y proyectos solares a gran escala a menudo implica la utilización de vastas extensiones de tierra, lo que puede resultar en la degradación del ecosistema y la fragmentación del hábitat. Estos impactos pueden tener consecuencias negativas para la biodiversidad y la fauna local.
También la ubicación de proyectos renovables a veces entra en conflicto con las comunidades locales y sus derechos sobre la tierra. La consulta y el consentimiento de las comunidades indígenas y locales son fundamentales para mitigar estos conflictos y garantizar un desarrollo sostenible.
Las tensiones también pueden surgir en relación con la utilización de recursos hídricos para la energía hidroeléctrica y los posibles efectos sobre los ecosistemas acuáticos.
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