Un nuevo estudio llevado a cabo por ecologistas de la Universidad de Princeton está desafiando una idea que ha persistido durante más de un siglo en la biología: la noción de que los machos de la mayoría de las especies son más grandes y fuertes que las hembras. Este concepto, originado en las teorías de Charles Darwin sobre la selección sexual, ha dominado las discusiones sobre los mamíferos en particular, pero ahora está siendo cuestionado.
Los ecologistas, liderados por Kaia Tomback, realizaron un metaanálisis que abarcó datos de más de 400 especies de mamíferos, revelando que aproximadamente el 39% de ellas presentan un fenómeno conocido como monomorfismo sexual, donde los machos y las hembras tienen masas corporales medias similares. Esto desafía la idea tradicional de que los machos son consistentemente más grandes que las hembras.
Aunque el estudio encontró que el 45% de las especies aún mostraban machos más grandes, las diferencias de tamaño no eran tan extremas como se pensaba comúnmente. Además, al analizar la longitud corporal en lugar de la masa corporal, aproximadamente la mitad de las especies fueron monomórficas, lo que sugiere que la manera en que se mide el ‘tamaño’ puede sesgar los resultados.
Este estudio desafía la narrativa tradicional en la cual los documentales de naturaleza suelen enfocarse, donde se muestra a machos grandes compitiendo por la atención de hembras más pequeñas y dóciles. Aunque estos casos existen, no representan la mayoría de los mamíferos.
Los investigadores destacan que este estudio es solo un primer paso, ya que solo analizó el 5% de todas las especies de mamíferos debido a la falta de datos rigurosos. Sin embargo, sugieren que estos hallazgos podrían indicar que es hora de revisar la narrativa de los ‘machos más grandes’ y prestar más atención a la evolución de las hembras.
Este cambio de perspectiva podría conducir a nuevos avances en la teoría de la selección sexual y una comprensión más profunda de cómo funcionan los sistemas biológicos en la naturaleza. Como señalan los investigadores, el estudio plantea un gran potencial para explorar más a fondo este tema y revisar suposiciones antiguas con conjuntos de datos más grandes y un mayor escrutinio.
El estudio, publicado en Nature Communications, destaca la importancia de cuestionar ideas arraigadas en la ciencia y mantener una mente abierta a nuevas interpretaciones de la realidad natural.
Deja tu comentario