Un reciente programa de monitoreo participativo de fauna en el Valle de Cochamó, llevado a cabo por la ONG Puelo Patagonia junto al Club Andino y la Organización del Valle de Cochamó, ha registrado la presencia de tres especies nativas en peligro de conservación: la Güiña (Leopardus guigna), el Monito del Monte (Dromiciops gliroides) y la Vizcacha de la Patagonia (Lagidium wolffsoni). Este descubrimiento destaca la importancia de la conservación del hábitat de estas especies en un área que incluye parte de la Hacienda Puchegüín, un terreno privado de 133 mil hectáreas.

Las 24 cámaras trampa instaladas durante más de cuatro meses capturaron imágenes de 31 especies nativas. El experto a cargo de la investigación, Fernando Novoa, médico veterinario especializado en fauna silvestre, subraya la relevancia de proteger el hábitat de estos animales, señalando que “se trata de tres mamíferos que sólo podemos encontrar en esta parte del mundo, lo que los hace únicos pero a la vez vulnerables a cualquier cambio en su hábitat”.

La Vizcacha de la Patagonia o Chinchillón Anaranjado (Lagidium wolffsoni): se distingue por sus grandes orejas y una cola frondosa, con un pelaje espeso que varía entre tonos de café y gris. Sus patas traseras son particularmente robustas y están adaptadas para saltar y trepar fácilmente en terrenos rocosos. Su dieta principal consiste en pastos y hierbas, aunque también se alimenta de corteza y brotes de arbustos cuando escasea la comida.

La presencia de la Güiña, el Monito del Monte y la Vizcacha de la Patagonia es significativa ya que estas especies son indicadores del bienestar de su entorno. Novoa explica que “la Guiña es una especie especialista de bosques, lo que significa que el bosque es saludable y genera alimento suficiente para su supervivencia”. De igual manera, el Monito del Monte enfrenta su principal amenaza en la pérdida y degradación de su hábitat.

Monito del monte (Dromiciops gliroides) es considerado un fósil viviente, con 26 centímetros es el más grande de los cuatro marsupiales que habitan en Chile. Se caracteriza por sus grandes ojos delineados que se adaptan a la oscuridad, sus pequeñas orejas redondas y su pelaje corto. Además, es el único mamífero que hiberna en Sudamérica y lo hace almacenando grasa en su cola.

El monitoreo también destaca el papel crucial de la comunidad local en la conservación. Patricia Almonacid, miembro de la Organización del Valle de Cochamó y el Club Andino, recalca que “al conocer la riqueza y biodiversidad del valle y qué especies existen aquí, podemos saber cómo protegerlas de mejor manera”.

La Hacienda Puchegüín, que corresponde al 30% de la comuna de Cochamó, tiene un alto valor ecológico y cultural. Ante la amenaza de industrias de alto impacto, la iniciativa Conserva Puchegüín busca adquirir el predio para proteger su biodiversidad. Andrés Diez, director de Puelo Patagonia, afirma que “conservar este lugar ayudará a crear uno de los mayores corredores biológicos de América Latina, crucial para la protección de estas y otras especies”.

La Guiña (Leopardus guigna) también conocido como wiñao kod kod es uno de los felinos más pequeños del mundo y el más pequeño de Chile. En su estado adulto pesa entre 1,2 y 2,2 kg.

El proyecto Conserva Puchegüín no solo pretende la adquisición del terreno, sino también desarrollar un programa de conservación a siete años que incluye la ejecución de programas de monitoreo como este. Los recientes hallazgos, según Diez, “confirman que este lugar continúa teniendo condiciones óptimas para la vida salvaje y que los esfuerzos de conservación deben mantenerse”.

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