En la búsqueda de minerales preciosos en el fondo del océano, un experimento destinado a evaluar los posibles impactos de la minería submarina ha revelado consecuencias inesperadas en las medusas comunes.
Resulta que la investigación ha encontrado que estos organismos gelatinosos resultan ser “altamente sensibles” a los penachos de sedimentos, simulando las condiciones generadas por la actividad minera.
Sin duda alguna que esta investigación plantan preocupaciones sobre los posibles daños a la vida marina derivados de esta práctica emergente.
¿Qué dice el estudio?
El interés en extraer minerales de los “nodulos” metálicos en el fondo marino ha ido en aumento, con argumentos a favor de su extracción más ecológica que la minería en tierra. Sin embargo, este estudio, liderado por la doctora Helena Hauss del Instituto de Investigación Noruego Norce, destaca la falta de comprensión sobre cómo afectaría a criaturas que flotan y se mueven en la columna de agua, como las medusas.
El experimento, parte del proyecto europeo iAtlantic, se llevó a cabo de noche debido a la sensibilidad de las medusas a la luz. Para ello se recogieron 38 medusas P periphylla de los Lurefjord y 26 Sognefjord. De estas, solo 21 fueron expuestas a los efectos de la minería submarina, mientras que las otras sirvieron como grupo de control para realizar las comparaciones.
Al exponerlas a condiciones similares a las generadas por la minería, como 43 diferentes concentraciones de sedimentos en suspensión y rangos de temperaturas crecientes, los científicos descubrieron que las medusas, al cubrirse de sedimentos, producían cantidades excesivas de moco protector, un comportamiento energéticamente costoso que afecta su capacidad para alimentarse y desplazarse.
Este hallazgo subraya la fragilidad de las criaturas que habitan la columna de agua, como las medusas de casco, y plantea interrogantes sobre los impactos más amplios de la minería en aguas profundas.
La bióloga marina Vanessa Stenvers señala que estas especies han evolucionado en un entorno transparente y la actividad minera podría alterar significativamente sus condiciones de vida.
A medida que la minería submarina se vuelve más “recomendada”, la comprensión de sus efectos en la vida marina, como evidenciado por este estudio, se vuelve crucial para tomar decisiones informadas sobre la gestión sostenible de nuestros océanos.
Este experimento publicado en la revista Nature Communications ofrece una mirada pionera a un aspecto poco explorado de la ecología marina y destaca la necesidad de considerar cuidadosamente los impactos antes de embarcarse en prácticas que podrían alterar irreversiblemente ecosistemas submarinos.
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