Un nuevo estudio publicado Frontiers in Earth Science, advirtió que deberíamos preocuparnos de una amenaza climática que actualmente se encuentra enterrada bajo el hielo. Se trataría de una gran cantidad de gas metano atrapado bajo el “permafrost” de Svalbard, ubicado en el archipiélago de Noruega.
Estos millones de metros cúbicos del nocivo gas de efecto invernadero se estarían moviendo bajo el supuesto “hielo perenne” que se está derritiendo producto del cambio climático. De ser liberado, este gas agravaría los efectos del calentamiento global, derritiendo aún más hielo y liberando aún más metano a la atmósfera.
El peligro habita bajo el hielo
El estudio a cargo de Thomas Birchall de la Universidad de Svalbard a la vez afirmó que debido a que la historia glaciar de Noruega es similar a la del Ártico, el riesgo de que estos depósitos de “gas metano migratorio” salgan a la superficie es bastante alto. Con relación a esto, el experto afirmó a través de un comunicado oficial que “el metano es un potente gas de efecto invernadero. Actualmente, las fugas desde debajo del permafrost son muy bajas, pero factores como el retroceso glaciar y el deshielo del permafrost podrían “levantar la tapa” de este problema en el futuro“.
Para llegar a esta conclusión, los científicos recolectaron información histórica recolectada por diferentes investigadores y compañías comerciales que han hecho hoyos en el permafrost para encontrar combustibles fósiles. Esto les permitió realizar un mapa de las acumulaciones de gas metano bajo Svalbard.
Gracias a esto, el equipo descubrió que el gas podía migrar entre diferentes puntos del permafrost, haciendo que le sea más fácil escaparse a través de las fisuras de las áreas más derretidas de este “hielo perenne”.
Sorprendentemente, las acumulaciones de gas eran más comunes de lo que se creía. De 18 pozos de exploración de hidrocarburos perforados en Svalbard, ocho mostraron signos de permafrost, y la mitad de estos tenían metano en su interior.
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