La lucha contra el cambio climático está provocando la creación de una serie de innovadoras medidas para capturar el CO2 de nuestra atmósfera, desde producir diamantes reciclados, harina artificial de almidón hasta combustible para los cohetes que viajarán a Marte, entre otros.
Si bien, aquellos procesos son únicos y entregan una nueva forma de recolectar los Gases de Efecto Invernadero (GEI), lamentablemente requieren de una gran inversión económica para poder llevarlos a la realidad.
Sin embargo, con el avance tecnológico y el aprendizaje de nuevos conocimientos, los científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), en Australia, se encuentran recaudando fondos para desarrollar pruebas a escala de su nuevo sistema de recolección de CO2 mucho más barato y eficaz.
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Asimismo, mediante el apoyo de la empresa LM Plis y una inversión del fondo Uniseed, esperan comercializarlo en el futuro y producirlo a gran escala.
Este nuevo método -publicado en Advanced Materials– implica la utilización del metal galio, el cual cuando se expone a temperaturas superiores de 30 ºC, se convierte en estado líquido y es capaz de disolver el CO2 capturado.
Este proceso se produce mediante una reacción triboelectroquímica entre las interfaces sólido – líquido, debido a la constante fricción entre ambas superficies, asimismo, se produce un campo magnético que termina desencadenando la reacción química final.
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El equipo detalla que este proceso deja como subproducto oxígeno en láminas de carbono, las cuales debido a la diferencia de densidad, termina flotando en la superficie y representa un valioso material que se puede utilizar en la construcción de aviones y baterías.
“Vemos aplicaciones industriales muy sólidas con respecto a la descarbonización. Esta tecnología ofrece un proceso sin precedentes para capturar y convertir CO2 a un coste excepcionalmente competitivo”, manifestó Jinma Tang, autor principal del estuvo en un comunicado.
Finalmente, fue comprobada en un laboratorio oratorio y demostraron que posee un 92% de eficiencia, asimismo, una vez aplicado podría representar un costo apropiado de 100 dólares por tonelada reciclada.
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