Si bien las mascarillas nos ayudan a protegernos contra el COVID-19, también son altamente contaminantes y abundan en la basura.
Es por ello que científicos de la Universidad Estatal de Washington, en Estados Unidos, están utilizando las fibras de polipropileno y poliéster de las mascarillas para darles nueva vida.
Lee también: Entre la COP1 de Escazú y el reciclaje de mascarillas: Así fue el Día de la Tierra en Chile
Removiendo el metal presente en el puente nasal y las orejeras de algodón, el equipo tritura las mascarillas entre unos 5 y 30 mm de longitud.
Posteriormente, las fibras se trataron con una solución de óxido de grafeno para formar capas sobre él y así poder unirlo con la pasta de cemento de uso común.
Lee también: ¿Sirve de algo usar mascarilla al viajar si eres el único que se protege?
Una vez que el cemento estaba completamente seco, el equipo probó su eficiencia y encontraron que presentó un 47% más de resistencia.
“Este trabajo muestra una tecnología para desviar las máscaras usadas del flujo de desechos a una aplicación de alto valor”, dijo el profesor Xianming Shi, autor principal del estudio.
La investigación fue publicada en la revista Materials Letters.
Deja tu comentario