Incendios dejan cerca de 3 mil millones de animales víctimas - (01:52)
Los incendios forestales que afectan al Círculo Ártico sobrepasaron los récords del año pasado en tanto a las emisiones de dióxido de carbono, de acuerdo a los científicos del Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico (CAMS por sus siglas en inglés).
Usando información del Sistema de Asimilación de Fuego Global del CAMS (GFAS), científicos estimaron que las emisiones de CO2 provenientes de los incendios del extremo norte han incrementado en más de un tercio comparado a 2019, con 244 megatoneladas de carbono producidas desde el primero de enero hasta el 31 de agosto del 2020.
En comparación, en la totalidad del 2019 se produjeron 181 megatoneladas.
Según los científicos gran parte del aumento de la actividad ocurrió en la República Sakha de Rusia, donde ocurrieron incendios forestales que destruyeron millones de hectáreas, causando un repunte en las emisiones de CO2.
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“El verano pasado descubrimos a través de nuestra información que existió una actividad incendiaria bastante persistente en el Círculo Ártico, particularmente en Siberia”, agregó Mark Parrington, científico en jefe de CAMS, para CNN.
“Lo que ha sido diferente este año es lo que vimos en la segunda mitad de Julio y en las primeras dos semanas de Agosto; un gran cúmulo de incendios quemando gran parte de las zonas afectadas en 2019″, agregó.
Las peligrosas columnas de humo de los siniestros cubrieron un área equivalente a más de un tercio de Canadá, aseguraron los científicos.
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Los datos muestran que el peak de los incendios árticos se produjeron a finales de Julio y comienzos de Agosto. La República de Sakha y la remota región rusa de Chukotka vieron incendios forestales diarios, con una intensidad “sobre la común”.
Los siniestros en el Distrito Federal del Este ruso, ocurridos entre Junio y Agosto emitieron aproximadamente 540 megatones de dióxido de carbono – sobrepasando el récord previo registrado en 2003.
Aunque los expertos aseguran desconocer la fuente de los incendios, algunos ocurridos a comienzo de la temporada han sido apodados como “fuegos zombie” – también conocidos como incendios pospuestos -, los cuales pueden arder a bajas temperaturas bajo tierra durante el invierno y avivarse en verano.
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