El informe del Centro del Agua y el Observatorio Climático de la Universidad San Sebastián (USS) revela una situación mixta para los embalses chilenos en 2024. Las recientes lluvias han elevado los niveles en muchas regiones, asegurando el suministro de agua para la Región Metropolitana y Valparaíso, pero Coquimbo podría enfrentar sequía si la acumulación de nieve es insuficiente.
De los 25 embalses monitoreados por la Dirección General de Aguas (DGA), ocho muestran niveles superiores a los de 2023. Actualmente, el volumen embalsado total alcanza el 44% de su capacidad. Federico Errázuriz, director del Centro del Agua USS, enfatiza que “los embalses son cruciales para el consumo humano, la generación de energía limpia, la agricultura y el control de inundaciones.”
Niveles altos en el Centro
Embalses como El Yeso (RM) y Los Aromos (Valparaíso) han alcanzado el 89% y 99% de su capacidad, niveles no vistos en cinco años. Esto garantiza el suministro de agua en estas regiones para lo que resta del año. El embalse Corrales en Coquimbo también muestra una notable mejoría, con un 43% de su capacidad, más del doble que en 2023.
Preocupación en Coquimbo
Sin embargo, la Región de Coquimbo presenta una situación preocupante. Los embalses La Laguna, La Paloma y Recoleta han visto disminuciones significativas en comparación con el año pasado. Errázuriz advierte que, a pesar de un otoño lluvioso, si no se acumula suficiente nieve, la región podría enfrentar una grave sequía en primavera y verano.
Mejoras en el Sur
En la zona sur, el embalse Laguna del Maule destaca con un nivel del 103% por encima del año pasado, mientras otros embalses de la región mantienen niveles inferiores a los de 2023. Las lluvias recientes han causado un notable incremento en embalses como Ralco (Biobío), que duplicó su volumen, y Bullileo, que lo cuadruplicó.
Proyecciones y desafíos
El informe también anticipa la llegada del fenómeno de La Niña en julio, lo que podría traer pocas lluvias en la segunda mitad del año. Esta proyección subraya la necesidad de una infraestructura de acumulación de agua más robusta en Chile para enfrentar futuros desafíos climáticos.
En conclusión, mientras que las recientes lluvias aseguran el suministro de agua en algunas regiones del país, la situación en Coquimbo y las proyecciones climáticas alertan sobre la necesidad de medidas proactivas para garantizar la disponibilidad de este recurso vital en el futuro.
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