Entre 2001 y 2020, Chile perdió 1,04 millones de hectáreas de bosque nativo, lo que equivale a más de 14,5 millones de canchas de fútbol estándar, según el estudio “Bosques nativos de Chile: Estado, presiones e importancia en una época de cambios”. Esta alarmante cifra representa una tasa promedio anual de deforestación del 0,052%, principalmente en la zona sur del país.

Los bosques nativos de Chile albergan una rica biodiversidad, incluyendo más de 25.000 especies de plantas y animales, muchas de ellas endémicas. Sin embargo, estos ecosistemas están gravemente amenazados por factores tanto naturales como antrópicos. Camilo González, gerente de operaciones de Genau Green, explica que los factores antrópicos, como incendios provocados, la industria forestal de pino y eucalipto, la tala ilegal y el pastoreo, son responsables de aproximadamente el 90% del deterioro de los bosques.

Además, la ONG Chile Sustentable ha reportado más de 1.000 denuncias por proyectos mal autorizados entre 2020 y 2023, y la Fundación Rewilding Chile estima que estos proyectos podrían causar la pérdida de hasta 100.000 hectáreas de bosque en la próxima década. La Corte Suprema de Chile recientemente paralizó un proyecto inmobiliario en un bosque nativo de Chiloé debido a su autorización irregular.

El turismo descontrolado también contribuye a la degradación de los bosques. En el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, el aumento de turistas durante el verano ha resultado en basura y daños a la fauna nativa debido a comportamientos inadecuados de los visitantes.

González subraya la necesidad de una mayor protección y educación sobre la importancia de los ecosistemas naturales. A pesar de la preocupación y la legislación existente, los recursos para la conservación son limitados y la cultura de preservación es insuficiente. “Debemos comenzar a educar, desde el mundo público y privado, sobre la relevancia de los ecosistemas naturales,” enfatiza González. Añade que el futuro depende de iniciativas privadas que promuevan el conocimiento y la interacción consciente con la naturaleza.

La protección de los bosques nativos de Chile requiere un esfuerzo concertado de legislación, educación y apoyo a las iniciativas de conservación para revertir décadas de degradación y asegurar la sanidad del patrimonio natural del país.

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