(CNN Español) – “Ser un jardinero de coral es lo mejor que hay en el mundo“, dice con entusiasmo Titouan Bernicot, quien con tan solo 18 años creó Coral Gardeners, una organización que tiene como objetivo plantar un millón de corales alrededor del mundo.
Para este joven, que puso en marcha la iniciativa en 2017, la experiencia de trabajar con los corales es muy gratificante. Así la explica: “Estás bajo el agua. No hay nadie hablando. Escuchas el sonido de los peces loro, el ruido de las olas. Tienes miles de fragmentos de coral y tienes los peces que se convierten en tus compañeros de trabajo. Y es algo tangible. Es una sensación muy gratificante el ver esos pedacitos de coral crecer”.
El centro de las actividades de Coral Gardeners está en Mo’orea, una isla de la Polinesia Francesa en la que tienen tres viveros de corales permanentes. En ellos trabajan para rescatar a estos organismos que han sido víctimas del aumento de las temperaturas del agua que causan su blanqueamiento.
Una de sus tareas clave es la recolección de información sobre las piezas de corales con las que trabajan. “Estamos revisando la salud general de cada fragmento. Buscando señales de depredadores o de enfermedades; también señales de blanqueamiento. Y luego, la última parte es que tenemos una submuestra de los corales que cultivamos y monitoreamos para comprobar su crecimiento“, cuenta Salome Chauvelot, directora de impacto de Coral Gardeners, mientras trabaja.
Recogen fragmentos de corales de las colonias y los llevan a sus jardines. Dicen que en un promedio de 12 a 18 meses esos fragmentos ya están lo suficientemente grandes y sanos para volver a los arrecifes. Para preservar la salud de las colonias, nunca se llevan más del 10% de sus corales.
Luego, cuando es temporada de trasplantes, llevan los corales saludables y resistentes al calor a los arrecifes de vuelta.
La Polinesia Francesa es hogar de los viveros de Coral Gardeners.
Vivir dedicado a la conservación de los océanos
Para Bernicot, este proyecto demuestra que es posible vivir dedicado a la conservación de los océanos.
“Era nuestro sueño el tener algún día un trabajo en el cual nos pagaran para estar en el agua cuidando del lugar que más queremos. Y nosotros mismos lo creamos”, dice.
Ellos son la “prueba viviente de que hoy puedes recibir un sueldo por hacer algo importante y que la conservación del océano no tiene por qué ser un trabajo a tiempo parcial o voluntario”.
“Puedes levantarte cada mañana con una sola prioridad y objetivo: salvar el lugar más importante de la Tierra”.
Deja tu comentario