Históricamente, se debía esperar a que pasara la temporada invernal para acceder a los sitios de monitoreo y recopilar datos, una espera que a menudo limitaba nuestra comprensión de estos ecosistemas vitales. Sin embargo, gracias a esta alianza pionera, Chile está dando un gran paso adelante en el monitoreo ambiental, permitiendo un acceso constante e inmediato a información crítica.
La colaboración entre The Nature Conservancy (TNC) Chile y Cummins Chile, apoyada por Wolke Monitoreo Ambiental y el Centro de Ecología Aplicada, ha abierto un nuevo capítulo en el monitoreo de los humedales altoandinos de la cuenca del Maipo.
¿El resultado? Una innovadora plataforma de monitoreo remoto que proporciona datos en tiempo real sobre factores cruciales como el nivel de agua, la temperatura y la velocidad del viento.
Lo emocionante de esta colaboración es que no se trata solo de monitorear; también se están explorando nuevas formas de medir la capacidad de almacenamiento de carbono de estos humedales, así como los cambios en la vegetación y fauna.
Esto permitirá avanzar en técnicas de restauración y en la protección de estos ecosistemas cruciales.
Los primeros resultados de esta colaboración son prometedores, y se espera que fortalezcan las fuentes de agua en la región metropolitana, en la que dependen más de 7 millones de habitantes. Además, esta plataforma de monitoreo constante podría desempeñar un papel vital en la prevención de desastres naturales, que se están volviendo más frecuentes debido al cambio climático.
El impacto del cambio climático en Chile
Chile es uno de los países más afectados por el cambio climático en América Latina, y la Región Metropolitana ha sido particularmente perjudicada. Esta iniciativa se origina en 2014 cuando TNC Chile decidió abordar el desafío de estudiar los humedales altoandinos como una posible solución basada en la naturaleza para la resiliencia hídrica de la región.
La implementación de tecnología de vanguardia en el monitoreo de humedales altoandinos representa un hito importante en la lucha contra el cambio climático y la protección de estos ecosistemas cruciales.
Este proyecto no solo beneficia a Chile, sino que también ofrece un ejemplo inspirador de cómo la colaboración y la innovación pueden contribuir a un futuro más sostenible para todos.
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