La crisis climática sigue batiendo récords, con 12 meses consecutivos de temperaturas globales sin precedentes. Esta emergencia ha impulsado la adopción de infraestructuras verdes como solución clave para mitigar sus efectos, un enfoque que Chile está integrando mediante la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde, desarrollada en colaboración con la FAO.
De acuerdo con la ONU, entre 55.000 y 72.000 personas murieron debido a olas de calor en 2003, 2010 y 2022. Esta mortalidad ha aumentado un 30% en las últimas dos décadas, reflejando la urgente necesidad de estrategias efectivas para combatir el cambio climático. En respuesta, el gobierno chileno ha firmado un acuerdo con la FAO para desarrollar una estrategia nacional de infraestructura verde.
“Estas olas de calor son una señal alarmante de la crisis climática, La infraestructura verde puede ayudar a mitigar sus efectos y mejorar la calidad de vida”, destaca Sergio Vera, académico de la Universidad Católica.
Financiada por el Fondo Verde del Clima, la “Estrategia de Ciudades Verdes” busca establecer nuevas políticas públicas e inversiones a través de consultas participativas. Ciudadanos, académicos, el sector privado y las instituciones gubernamentales podrán involucrarse en los procesos de planificación.
“La infraestructura verde incluye tanto ecosistemas naturales como construidos. Desde ríos y humedales hasta parques, jardines, ecopavimentos, y muros y techos verdes”, explica Carolina Rojas, investigadora de CEDEUS.
Investigaciones nacionales indican que la implementación de techos y muros verdes en edificios puede reducir hasta 3°C la temperatura interior, además de ayudar en la gestión de otros problemas ambientales.
“La vegetación en infraestructuras verdes no solo disminuye el calor urbano, sino que también mejora el drenaje del agua, reduciendo el riesgo de inundaciones. Estas soluciones basadas en la naturaleza son esenciales para enfrentar la crisis climática”, comenta Vera.
La estrategia representa un paso significativo hacia la sostenibilidad y resiliencia climática. Con un enfoque en soluciones naturales, Chile busca no solo frenar el aumento de las temperaturas, sino también preparar sus ciudades para un futuro más verde y habitable.
“Superar el umbral del 1,5°C de temperatura global ha puesto de relieve la necesidad de acciones inmediatas y coordinadas. La Estrategia Nacional de Infraestructura Verde es una herramienta crucial en esta lucha“, añade Rojas.
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