Los incendios forestales “zombies” que se encontraban ardiendo lentamente bajo el hielo Ártico durante todo el invierno, tomaron fuerza repentinamente a comienzos del verano del hemisferio norte, según revelaron nuevos datos.
Además, este año ha sido el peor del que se tenga registro en cuanto a incendios árticos. Sólo en la primera mitad de julio, los siniestros de 2020 han liberado casi tanto carbono como Cuba o Tunicia en un año.
Los datos llegan gracias al Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico (SMAC), perteneciente a la Unión Europea. Más de 100 incendios han quemado el Ártico desde principios de junio, de acuerdo a la organización.
“Esto es obviamente preocupante. No esperábamos ver estos niveles de incendios forestales a esta altura del año”, aseguró Mark Parrington a la BBC.
Incendios zombie
Los “incendios zombie” registrados por SMAC estuvieron probablemente inactivos bajo las capas de nieve y hielo, en las turberas ricas en carbono de la tundra Ártica. Cuando la gélida primera capa se derrite, estos verdaderos “puntos calientes” pueden revivir afectando a la vegetación que se encuentra en la superficie.
“La destrucción de las turberas es complicada por muchas razones. Mientras los siniestros queman las capas superiores de la tundra, la profundidad del permafrost puede aumentar, entregándole más oxígeno a las capas inferiores”, aseguró Dorothy Peteet a Earth Observatory, quien es investigadora del Instituto de Estudios Espaciales de Nueva York.
Los incendios liberan carbono y metano a partir de las turberas, ambos gases de efectos de invernadero que contribuyen al calentamiento del planeta.
Sin embargo, los incendios zombie no son la única causa para esta nueva “temporada de incendios forestales”. Los rayos y el comportamiento humano también pueden desencadenar estos incontrolables incendios.
Parrington y sus colegas han rastreado previamente a los peligrosos incendios de 2019, sin embargo quedaron sorprendidos con la intensificación de los de 2020. Las áreas más afectadas hasta la fecha son Siberia y Alberta del Norte, en Canadá.
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