La sequía producida por el cambio climático y la mano del hombre ha facilitado la extensión de incendios forestales que, a la fecha, ya afectan a Valparaíso. Un caluroso verano espera al país y bomberos, el gobierno y otros entes privados se preparan, de distintas formas, para enfrentar esta emergencia.
Las últimas semanas se han visto en Australia. Hoy, comienzan a expandirse en Valparaíso. Cambian súbitamente de dirección, traspasan portafuegos, caminos, carreteras e incluso aguas. Son los incendios forestales que mantienen a ciertas zonas del país bajo una nube de humo.
“Si uno solamente se pone a analizar la cantidad de hectáreas quemadas, el año pasado llevábamos cerca de 300 hectáreas a la fecha y, ahora, llevamos casi 5 mil hectáreas quemadas”, comenta Eduardo Sáez, meteorólogo de Turner Chile.
Eduardo Sáez, meteorólogo de Turner Chile
Se han perdido casas devoradas por el impacto de las llamas, sin embargo, existe una esperanza encarnada en la existencia de los Bomberos. Patricio Cea desempeña este voluntariado en la Undécima Compañía de Bomberos de Ñuñoa desde hace 20 años, y cuenta que ha sido una experiencia gratificante que “te enseña a ser humano”. A este capital humano, se suman otros factores para combatir los incendios como carros de última tecnología.
Patricio Cea, bombero
En 2017, 587 mil hectáreas resultaron quemadas entre la Región de Coquimbo hasta Los Lagos. Chile no estaba preparado para enfrentar esta emergencia. La incidencia del cambio climático es directa, la sequía convierte a la vegetación en combustible propicio, y las altas temperaturas crean las condiciones ideales para el fuego.
“Si el pasto estuviera verde el material combustible sería menor porque cuesta más prender el pasto verde, pero como ya es simplemente paja se hace más fácil encenderlo por lo que se convierte en material combustible que prende muy rápido. El calentamiento que estamos teniendo ahora que son golpes de calor muy fuerte u olas de calor que están siendo excesivas, generan que ya en noviembre la situación esté bastante complicada”, explica Eduardo Sáez.
El gobierno en conjunto con la Conaf, la PDI, y agentes del sector privado, desarrollaron un programa preventivo: más de 100 aeronaves, 6 mil brigadistas y 3 helicópteros pesados Chinook con doble hélice, un estanque de agua para 10 mil litros y una capacidad para transportar 18 brigadistas.
“Estamos disponiendo de 57 mil millones de pesos. Es un 32% más que el año anterior”, asegura Antonio Walker, Ministro de Agricultura.
Los incendios forestales son una manifestación de la emergencia climática, una de sus caras más dramáticas, y el ser humano también es responsable. Si bien la sequía y el calor intenso crean un escenario propicio, siempre se requiere de una chispa para iniciar el fuego y allí es donde está la mano del hombre.
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