Una reciente investigación reveló los importantes beneficios que los bosques marinos tienen para la biodiversidad y la urgente necesidad de protegerlos, ya que son grandes aliados dentro de la lucha por la crisis climática.
Jadille Mussa, experta de la Escuela de Arquitectura y Paisaje de la Universidad Central (UCEN) sostuvo que la existencia de estas algas, cuya altura puede superar los 60 metro de largo, “es un bien muy importante para el desarrollo ecosistémico de diferentes especies“.
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Un grupo de investigadores de la Universidad Austral de Chile (UACh) descubrió que el bosque de Huiro de la Patagonia cumple un rol ecológico primordial para disminuir la contaminación y capturar dióxido de carbono (CO2).
Estos ecosistemas crecen en las costas rocosas de mares templados fríos como los de Chile. La mayoría de ellos, parecen un árbol con sus raíces y son justamente estas las que capturan el CO2.
La investigación realizada en Chile destaca el hecho de que además regulan la fuerza de las corrientes marinas, el microclima y disminuyen la salinidad. Todos estos son efectos causados por el cambio climático y el calentamiento global.
“En Chile, estamos recién comenzando con este tipo de estudios especialmente en la zona sur austral, donde intentamos ver a que tasa estas algas de fotosintetizan”, manifestó Iván Gómez, investigador de la Universidad Austral.
Y como si eso fuera poco, también albergan nutrientes y son importantes áreas de reproducción y alimentación de animales, llegando a proteger cerca de 240 especies de flora y fauna. Por lo que su existencia es clave para frenar la crisis climática y proteger la biodiversidad.
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“Las etapas tempranas de centollas y erizos viven en estos ambientes y son protegidos por ellos. Cuando uno piensa en la remoción de estos hábitats evidentemente perdemos todos estos servicios ecosistémicos que nos va a entregar el bosque”, enfatizó Luis Miguel Pardo, investigador de la UACh.
Lamentablemente, durante los últimos años han estado amenazados por el impacto de la actividad humana, motivo por el que los científicos piden con urgencia su conservación.
La vida acuática aún es abundante, pero el riesgo de la crisis climática puede ser mayor. Los expertos recalcan que no hay más tiempo ya que desde lo más hondo del océano el reloj corre sin parar.
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