Aunque ocurren a 13 mil kilómetros de Chile, los incendios en Australia provocan consecuencias en este lado del mundo.
Expertos en clima explican que una capa de humo se desplaza desde Australia. En imágenes satelitales se puede ver la trayectoria.
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Los agentes contaminantes viajan a gran velocidad desde los devastadores incendios forestales que han arrasado con miles millones de hectáreas en Australia.
Desde que las llamas han afectado el territorio australiano, en dos ocasiones el aire chileno se ha visto afectado. Este jueves 16 la capital amaneció con una densa capa producto de las partículas que atravesaron el océano Pacífico.
La buena noticia es que el material viaja a gran altura y, aunque afecta la salud, no es tan nocivo debido a que están todavía a más de 10 kilómetros de altura.
No obstante, los expertos recomiendan tomar previsiones, especialmente, en población vulnerable como menores de dos años, ancianos y personas con enfermedades respiratorias.
Los efectos directos del material particulado aéreo se observaría con mayor severidad en la Antártica y Los Andes ya que contribuiría a derretir la nieve y por ende al deshielo.
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La de Australia es una emergencia forestal que se ha transformado en una catástrofe para el ecosistema global.
En tanto, el humo australiano en Santiago podría tomar en disiparse entre tres y cuatro días.
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