Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Tohoku, en Japón, ha encontrado evidencia de que ciertos hongos se vuelven “parlanchines” luego de un gran evento de lluvia.
El equipo llegó a este resultado luego de analizar hongos ectomicorrízicos, como el Laccaria bicolor, y sus respuestas a estímulos. Allí encontraron que son capaces de comunicarse y transferir nutrientes a los árboles en su entorno.
Los hongos ectomicorrízicos son una parte crucial del sustento ecológico de los árboles forestales, formando una vaina alrededor del exterior de las raíces de los árboles y desarrollando vastas redes subterráneas para absorber nutrientes del suelo y transferirlos a los árboles.
Los científicos han estado estudiando la posibilidad de transferencia de señales eléctricas entre hongos y árboles a través de estas redes de micelio.
El estudio examinó los pequeños hongos ectomicorrízicos de color canela conocidos como Laccaria bicolor en el suelo del bosque. Al colocar electrodos en seis hongos en un grupo, los investigadores descubrieron que las señales eléctricas aumentaban después de la lluvia.
“Nuestros resultados confirman la necesidad de realizar más estudios sobre los potenciales eléctricos de los hongos en un contexto ecológico real”, dijo Yu Fukasawa, el investigador principal del estudio.
Si bien la evidencia científica actual sigue siendo escasa, estos hallazgos son un paso importante para comprender mejor la relación simbiótica entre hongos y árboles en los ecosistemas forestales.
La investigación fue publicada en la revista Fungal Ecology.
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