Te sorprenderías si subieras al Cerro San Cristóbal y en vez de ver una negra capa de smog, vieras realmente cada detalle de Santiago. O cuando ocupas tu auto, saber que tu tubo de escape no está dañando gravemente la capa de ozono ¿o incluso, qué pasaría si te digo que cuando tomas agua estás tomando realmente combustible? ¿Cómo sería posible eso?
“Por un proceso que se llama electrólisis, en el cual se separan las moléculas de hidrógeno de las de oxígeno en el agua, para pasar a ocupar las primeras, luego de concentrarse, como combustible”, afirmó Ana María Ruz, directora de Innovación Energética de Corfo.
Esto se llama hidrógeno verde o lo que algunos ya llaman como la “energía del futuro”. El ejercicio es simple. Piensa en una gota de agua, que químicamente se divide y se convierte en el reemplazante natural del petróleo, el gas o el carbón.
“Tú al combustionarlo obtiene agua o vapor de agua, lo que no aporta CO2, que es el principal contaminante que provoca el cambio climático”, explicó Max Correa, director del Comité Solar y Energética Corfo.
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“Por ejemplo para camiones pesados, o procesos industriales, lo único que emite es agua”, indicó Eduardo Bitran, presidente del Club de la Innovación.
Agua que nos ayudaría en un 20% a la compleja tarea de convertirnos en un país carbono neutral para el año 2050. Allí Chile saca ventaja en su producción.
“El elemento clave es el costo de la energía eléctrica. Tenemos mucha energía renovable con la que no sólo podríamos mantener al país, sino que también exportarla“, agregó Ruz.
“El potencial eólico del país, y el solar, está al lado de la costa, podemos transformarnos en un exportador global de hidrógeno verde“, aseguró Bitrán.
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En 1773, Henry Cavendish logró identificar los componentes químicos del agua. Hoy su apellido es el nombre de la iniciativa para el segundo paso que Chile pueda convertirse en líder en la transformaciones del combustible tal cual lo conocemos hasta ahora
“La idea es producir hidrógeno verde para venderlo a precios competitivos y así a la vez ayudar a que otros países reduzcan sus huellas de carbono“, concluyó Correa.
El agua es sinónimo de vida, pero ahora sabemos que también puede ser el mejor reemplazante para los gases que están subiendo más y más la temperatura.
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