En diciembre de 2022, Chile fue testigo del inicio de un nuevo brote de influenza aviar, afectando no solo a aves silvestres, sino también a ejemplares de traspatio y establecimientos industriales.
Esta emergencia zoosanitaria ha persistido por más de un año, presentando un desafío para las autoridades sanitarias del país. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha puesto énfasis en desarrollar estrategias para la vigilancia y evolución del virus H5N1.
Esto incluye el seguimiento de las rutas migratorias de las aves y la creación de un mapa de riesgo a través de georeferenciación, especialmente en regiones como:
- Tarapacá.
- Maule.
- Biobío.
- Magallanes.
A pesar de que actualmente no se registran brotes en planteles industriales y de traspatio, el monitoreo continuo es fundamental.
El SAG informa que, hasta la última semana de enero, de las 8861 aves silvestres analizadas, 988 resultaron positivas a la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad. Además, la posible llegada del virus al continente antártico representa una amenaza significativa para especies como los pingüinos.
Qué hacer ante posible encuentro con casos
Ante este escenario, se recomienda no manipular ni acercarse a aves y mamíferos enfermos o muertos, y reportar cualquier caso al SAG a través de su línea de WhatsApp habilitada las 24 horas del día: +56 9 690 89 780.
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