Hace algunas semanas, un estudio publicado en la revista Science reveló que las niñas y niños nacidos en 2020 tendrán que soportar un promedio de 30 olas de calor extremas en su vida, incluso si los países cumplen sus compromisos actuales de reducir las emisiones de carbono en el futuro.
Eso quiere decir que deberán resistir siete veces más olas de calor que alguien nacido en 1960, y si los líderes mundiales que participarán desde el próximo 31 de octubre en la COP26, no toman las decisiones correctas, los fenómenos meteorológicos se volverán mucho más extremos.
Podríamos llegar a tener para 2050 un verano que dure cuatro meses, como también presenciar la extinción de alimentos como el chocolate, el plátano, el café, la palta y la uva.
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En Desafío Tierra quisimos conocer la visión y posturas de los actores que deberán enfrentar estos desafíos: los niños y niñas de nuestro país.
“Espero que las zonas de sacrificio dejen de existir y que se tomen realmente en cuenta las opiniones de nuestra gente”, señaló Florencia Martínez, de 16 años, habitante de Petorca.
Revisa en la nota la postura de varios niños y niñas que viven con las consecuencias del cambio climático y luchan para mitigarlo.
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