El defensa chileno Guillermo Maripán inició una particular faceta fuera de las canchas, donde es parte del plantel del Mónaco de Francia, al desarrollar una importante inversión económica para su futuro más allá de su quehacer deportivo.
El destacado jugador nacional apostó para comprar un porcentaje de las acciones de Photio, empresa chilena que está vinculada al medioambiente, pues es la encarga de desarrollar un aditivo que simula el proceso de fotosíntesis en cualquier superficie y de purificar el aire con nanotecnología.
“Estoy muy emocionado e ilusionado (…). Vi en Photio la oportunidad perfecta para consolidar mi deseo y más aún luego de conocer a sus fundadores. No tengo dudas que junto a la filosofía personal y empresarial de Jaime Rovegno y Matías Moya podremos hacer de Photio una gran compañía”, señaló Maripán, cuyos recursos permitirán que la empresa pueda consolidarse.
Fachada del Metro Salvador fue intervenida por el artista chileno Nelson Cekis.
Solicitaron la validación de su nanotecnología a la Universidad de California Riverside, en Estados Unidos, buscando su certificación para múltiples aplicaciones, con lo que han sido reconocidos con diversos premios, desde la índole medioambiental a la tecnológica.
“Hoy me toca competir también fuera del campo, ya que a través de Photio participamos constantemente en cada postulación que creemos importante estar presentes, ya sea para mostrar la tecnología o para relacionarnos con otros venture capital con los cuales podemos hacer sinergia en el desarrollo de productos y mercados”, sostuvo el defensa de 28 años.
Photio, el aditivo creado por egresados U. de Chile
En Futuro 360 conversamos con su CEO y co-fundador, Matías Moya, quien nos reveló el propósito original de este emprendimiento. El ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile nos contó del innovador invento que está inspirado en la fotosíntesis de las plantas, al degradar los gases que se emiten tanto desde las industrias y en nuestros hogares.
Se trata de un aditivo nanotecnológico que promueve la degradación de contaminantes mediante un proceso fotoquímico gatillado por la radiación UV (natural o artificial), lo que equivale a dos árboles descontaminando el ambiente.
“Interactúa con la radiación, la aprovecha como fuente de energía”, explicó en esa oportunidad.
De acuerdo a Moya, junto a su equipo han podido calcular con sensores de gases para comprobar cómo mejora la calidad del aire con un mural. La cifra va entre un 25 y 35% de disminuición de gases contaminantes y también material particulado. “Veríamos un impacto si pintáramos toda la ciudad”, expresó.
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