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(CNN) – Hasta hace poco tiempo se hablaba del cambio climático como una amenaza para el futuro y el aumento del nivel del mar y la sequía extrema eran un problema para los países en desarrollo. Sin embargo, en el último mes es el mundo desarrollado el que ha estado en la primera línea de fuego.
En las últimas cuatro semanas, las inundaciones en Alemania arrasaron con calles y se tragaron casas centenarias en el tranquilo pueblo de Schuld. En Canadá, un pueblo de apenas 250 habitantes se quemó completamente en un incendio forestal que tuvo lugar tras la ola de calor sin precedentes.
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En el oeste de Estados Unidos, solo unas semanas después de una ola de calor histórica, unos 20 mil bomberos y funcionarios fueron desplegados para combatir 80 incendios grandes que han consumido más de 4.047 kilómetros cuadrados.
Los científicos del clima han advertido durante décadas que la crisis climática conduciría a fenómenos meteorológicos más extremos. Sin embargo, ahora muchos están expresando su sorpresa ante el hecho de que los récords de calor y lluvia se estén rompiendo por márgenes tan grandes.
Desde la década de 1970, los científicos han predicho con bastante precisión en qué medida aumentaría la temperatura en el mundo. Lo que es más difícil de predecir para sus modelos —incluso con computadoras que son cada vez más poderosas— es cuán intenso será el impacto.
Michael E. Mann, director del Centro de Ciencias del Sistema Terrestre de la Universidad Estatal de Pensilvania, le dijo a CNN que las últimas semanas han demostrado la limitación de los modelos sobre cambio climático.
“Hay un factor importante con muchos de estos eventos, incluido el evento reciente de ‘domo de calor’ en EE.UU., que los modelos climáticos no capturan (…) Los modelos están subestimando la magnitud del impacto del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos“, sostuvo.
Los eventos históricos, como las inundaciones en Alemania o el incendio forestal en Canadá, no se registraron en las predicciones. Para que eso suceda, dicen los científicos, necesitamos modelos climáticos que sean todavía más poderosos.
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Tim Palmer, profesor investigador de Física del Clima en la Universidad de Oxford, es uno de los varios científicos que han estado pidiendo que exista un centro global de modelado. Este centro contaría con una supercomputadora “a exaescala” que puede procesar una cantidad exorbitante de datos.
Los científicos usan simulaciones por computadora de eventos meteorológicos para hacer proyecciones sobre cómo pueden cambiar dentro de décadas. Pero no pueden lograr el detalle suficiente, incluso llegar a un nivel de ciudad, para predecir los eventos más extremos.
“Si a nivel mundial estamos gastando billones de dólares para adaptarnos al cambio climático, tenemos que saber exactamente a qué nos estamos adaptando (…) si se trata de inundaciones, sequías, tormentas o aumento del nivel del mar”, dijo Palmer.
“Un mal necesario”
Si bien los eventos meteorológicos extremos recientes en el hemisferio norte tomaron a muchos por sorpresa, no eran “completamente inesperados”, dijo Richard Allan, profesor de Ciencia Climática en la Universidad de Reading. “Esto es hacia lo que la ciencia siempre ha apuntado“, sostuvo.
Incluso sin centros de modelado, los activistas por el clima —y las comunidades afectadas por eventos meteorológicos extremos— están pidiendo más acciones para abordar el cambio climático. “Tenemos que darnos prisa (…) en la lucha contra el cambio climático“, manifestó la canciller alemana Angela Merkel.
Varios países desarrollados, incluido EE.UU. aumentaron este año sus compromisos para reducir las emisiones de gases contaminante. La semana pasada, la Unión Europea dio a conocer un ambicioso plan para poner el clima en el centro de casi todas sus iniciativas económicas y de desarrollo.
Sin embargo, muchos activistas dicen que sus promesas no llegan a lo necesario para contener el aumento de la temperatura promedio global a 1,5 grados Celsius. Esta es la cifra es clave para evitar impactos aún más catastróficos del cambio climático.
Muchos expertos también critican a los gobiernos del mundo que hacen promesas ambiciosas mientras continúan aprobando nuevos proyectos de combustibles fósiles, incluidas las minas de carbón y las instalaciones de petróleo y gas.
Merritt Turetsky, directora del Instituto de Investigación Ártica y Alpina, espera que estos fenómenos meteorológicos en el mundo desarrollado impulsen ese tipo de acciones. Ella misma está desafiando sus propias percepciones sobre dónde están los frentes de batalla y quiénes son vulnerables.
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“Quizás esto sea un mal necesario. Solíamos pensar en esos frentes de batalla como naciones insulares debido al aumento del nivel del mar o en el Ártico (…) Sabemos que hay una disonancia cognitiva cuando el cambio climático afecta a personas que están tan lejos de ti y de todo lo que conocer”, manifestó.
“Tendemos a dejarlo en un estante, porque una cosa es verlo, pero otra cosa es sentirlo. Estamos en un punto en el que todos en el planeta ahora han sentido los impactos del cambio climático ellos mismos, o al menos los han padecido alguien a quien aman o conocen. Se acerca cada vez más”, agregó.
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