Por Isabel Hodge

La mala calidad del aire es un problema que afecta profundamente la calidad de vida de las personas, poniendo en riesgo su salud y bienestar. En Chile, la contaminación atmosférica se ha convertido en una preocupación crítica.

Considerando que en algunas comunas sin monitoreo ambiental se han activado planes de descontaminación de manera preventiva, aún persisten 4.5 millones de personas (23%) sin información ambiental disponible y sin acciones preventivas del Estado en resguardo de potenciales riesgos de contaminación.

Una inquietud que fue abordada por Nicolás Rojas, Matías Otth y Cristóbal De la Maza del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, quienes se enfocaron en evaluar el monitoreo disponible a través del Sistema de Información Nacional de Calidad del Aire (SINCA) del Ministerio del Medio Ambiente sobre el material particulado fino (MP 2,5) y contrastarlo con información de calidad del aire monitoreada en cada comuna.

Calidad del aire en Chile: Un desafío urgente para la salud pública

Abordando datos desde 2000 hasta 2022, recopilaron registros históricos de cada estación disponible en el país, descubriendo que casi 11 millones de chilenos no tienen acceso a la información sobre la calidad del aire que respira debido a una audiencia de estaciones de monitores en 291 comunas de Chile.

El coordinador de sostenibilidad del Centro de Políticas Públicas de la USS,  exsuperintendente del Medio Ambiente y coautor del estudio, Cristóbal De la Maza (2019-2022), ahondó sobre estas cifras en Futuro 360.

– El estudio menciona que menos del 20% de las comunas en Chile tienen información disponible sobre la calidad del aire. ¿Cuáles son las principales barreras que han impedido la expansión del monitoreo ambiental?
– La principal barrera corresponde a dificultades en la puesta en marcha de la institucionalidad ambiental. Cuando se creó el Ministerio de Medio Ambiente, se avanzó aceleradamente en robustecer el monitoreo ambiental, se transfirieron capacidades desde el Ministerio de Salud y se fortaleció equipos técnicos. Luego, este proceso no continuo a la misma velocidad. Si bien se requieren nuevos recursos que siempre son escasos, se requiere de decisión política para aumentar el alcance de la regulación ambiental. Expandir el monitoreo ambiental viene con mayores y justas exigencias por parte de la población. Información es poder para la ciudadanía. Ha faltado fuerza para transparentar la situación ambiental del país.

Un dato interesante que arrojó la investigación, es que si bien de las 346 comunas de Chile, solo 51 tienen datos en línea sobre el monitoreo de MP 2,5, existen 104 comunas que han implementado Planes de Prevención y/o Descontaminación.

Personas con monitoreo y/o plan de descontaminación comunal (2022).

La investigación reveló que cerca de 4.5 millones de chilenos se encuentran eventualmente sin protección ambiental.

– Se describe que se han adoptado planes de descontaminación en algunas comunas sin estaciones de monitoreo. ¿Cómo funcionan estos planes y cuáles son sus resultados hasta ahora?
– Para establecer un plan de descontaminación, lo primero es decretar una zona como saturada. Mediante la modelación del transporte de contaminantes, se han establecido áreas donde estos se dispersan. Esto ha permitido suponer, que el efecto observado en algunas comunas con monitoreo ambiental se extiende a otras cercanas que comparten cierta área con características topográficas similares, como comunas en algunos valles donde se asume que forman parte de una misma cuenca atmosférica. De esta forma fue posible incluir en un mismo plan comunas sin monitoreo disponible de manera preventiva.
Sin embargo, es difícil saber si las acciones realizadas han sido efectivas. No se puede controlar lo que no se mide. Además, muchas veces las exigencias son menores en estas comunas sin datos. Por ejemplo, en las comunas del Gran Santiago, está prohibida la calefacción a leña. En cambio, en otras comunas de la Región Metropolitana en la periferia, que son parte del mismo plan de descontaminación, solo está prohibida esta actividad en días con preemergencia o emergencia ambiental.

Chile y Perú son los países con mayor tasa de mortalidad vinculado a la exposición a MP 2,5 con 230 y 176 muertes por millón de habitantes, respectivamente, según datos de The Lancet Countdown.

Los desafíos en la zona sur

La zona sur de Chile enfrenta desafíos particulares debido al uso de la leña como combustible para calefacción, que es la principal fuente de partículas finas (MP 2,5) en el país. En esta área, más de la mitad de la población no tiene acceso a información sobre la calidad del aire, lo que podría exponerlos a niveles peligrosos de contaminación.

El estudio detalla que si bien en esta zona se ha aumentado desde 2012 la información sobre la calidad del aire, el 52% de la población aún no tiene acceso a la información.

Porcentaje de población por zonas con acceso a información de calidad del aire.

De la Maza indica que poseer más información, permite a las personas tomar decisiones para prevenir los riesgos que representa la exposición a MP 2,5.

Permite decidir si es recomendable evitar la actividad física en días de mayor contaminación, evitar lugares más contaminados, o aumentar la vigilancia de familiares que sufren de enfermedades crónicas. Más importante aún, permite que se exija al Estado que aumente la protección ambiental preventiva, activa la participación ciudadana informada y facilita recurrir ante los Tribunales de Justicia”, agregó.

La escasez de información

La Constitución de Chile reconoce el “derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación” en su artículo N°9 y establece el deber del Estado de protegerlo. Además, el artículo N°8 garantiza el acceso a la información en poder de la administración pública. Esto se refleja en la Ley N°19.300, que establece el derecho de las personas a acceder a la información ambiental.

A pesar de estos derechos y deberes constitucionales, los autores indican que su estudio revela una brecha alarmante en el acceso a información sobre la calidad del aire en Chile. Menos del 20% de las comunas tienen información disponible sobre la calidad del aire que respiran, lo que significa que aproximadamente 11 millones de chilenos carecen de datos esenciales para proteger su salud.

– ¿Cuáles son las consecuencias directas para la salud de la población que vive en áreas sin acceso a información sobre la calidad del aire?
– Dependiendo del contaminante, la exposición prologada aumenta riesgos a la salud que van desde un simple malestar, visitas a sala de urgencia, hospitalizaciones por enfermedades respiratorias como neumonía, hasta la muerte por ataques cerebrovasculares. Para restringir actividades contaminantes, y declarar una zona como saturada, se requiere de un mínimo de tres años de monitoreo ambiental. Luego para desarrollar un plan de descontaminación, se tarda tres años adicionales. Áreas sin acceso a información retrasan sustantivamente acciones de protección ambiental.

La necesidad de acción urgente

Monitoreo ambiental en el territorio nacional con datos disponibles.

Los datos revelan que la situación es alarmante, sin embargo, existen soluciones. El exsuperintendente de Medio Ambiente detalló que se dispone “densas redes meteorológicas a lo largo del país, información sobre actividades contaminantes, información socioeconómica, e imágenes de distinta resolución”, esto combinado con el monitoreo a tiempo real permite expandir la información ambiental a zonas sin datos.

Algoritmos de última generación permiten además reconocer relaciones no-lineales propias de la fotoquímica y el transporte de contaminantes en la atmósfera. La misma lógica se ha utilizado para extrapolar información en otras temáticas, como mercados financieros, si calibramos estos modelos matemáticos, con nuevas mediciones realizadas con sensores de bajo costo, es posible conocer con bastante precisión la calidad del aire donde aún no existe monitores disponibles”, puntualizó De la Maza.

– ¿Cuál es su llamado a la acción para las autoridades y la sociedad en general con respecto a la calidad del aire en Chile? ¿Cuáles son los próximos pasos cruciales que deben tomarse?
– Conocer el estado del medio ambiente es considerado un derecho humano, porque nos permite acceder a otros derechos como exigir protección, participar en la toma decisiones o recurrir a la justicia. Las personas tienen el derecho a acceder a la información ambiental. Es deber del Ministerio del Medio Ambiente transparentar información sobre la calidad ambiental y sobre la respuesta de la administración al respecto.
Las autoridades deben de manera urgente mejorar la información disponible. El uso de algoritmos de inteligencia artificial abre nuevas posibilidades para poder acelerar este proceso. Herramientas de ciencia de datos, sumadas a monitoreos complementarios, con información satelital y sensores de bajo costo, permitiría realizar un análisis preliminar de la situación. En caso de evidenciarse niveles de contaminación peligrosos, se debe priorizar instalar estaciones de monitoreo para confirmar estos riesgos.

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